welcome to schumacher.

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05 ENERO 2019
LOS ANGELES, CALIFORNIA
SCHUMACHER RACING BASE


Caminaba con mi mate en mano y mi termo Coleman debajo del brazo, como buena Argentina hubiera dicho mi abuelo. Mientras, mi bolso Puma de entrenamiento colgaba del hombro de mi otro brazo.

Le sonrío a varias cámaras que me enfocaban hasta que puedo, finalmente, levantar una mano sin que se me caiga todo, para luego entrar por las puertas giratorias de la sede principal de Schumacher Racing.

No había pasado mucho tiempo desde que habíamos llegado a la ciudad, sin embargo ni bien dejamos las maletas en el departamento, Michael nos llamó para conocer la sede y hacer nuestra primera conferencia de prensa ante varios portales deportivos y de streaming estadounidenses.

Hoy mismo también iba a conocer a varios de los compañeros que me iban a acompañar a lo largo de este año, cosa que me tenía bastante emocionada, ya que el trabajo en equipo es algo que realmente valoro y esta en las principales cosas de importancia, mas allá de ganar cualquier cosa.

-Hola, Clara, encantado de conocerte, soy Mick Schumacher. Bienvenida a Schumacher. Es un placer tenerte acá, soy tu más grande fan.- dijo el hijo de Michael, sonriéndome y estirándome su mano.

-Hey, Mick. Tierno. Gracias, escuche que este es tu año en la formula dos.- dije yo, mientras caminaba hacia las oficinas con el rubio a mi lado.

-Si... ¿algún consejo?- solté una leve risa y lo miré, dejando mi mate encima de el escritorio de mi madre. Saque mi campera y proseguí a tomar un trago de la bebida.


-Aplástalos. Eso no es F3. Las diferencias entre fórmulas son grandísimas. No lleves a la pista lo que puedes dejar en tu casa. Clear mind, es tu año-. palmee levemente su brazo, deje nuevamente el mate y el termo. Y ambos volvimos a caminar, yo aún con mi bolso en mi hombro y atando mi pelo en una coleta.

Caminé durante unos minutos hasta la sala principal de mecánica, donde habían múltiples pantallas mostrando lo que serían los carros de este año.

Suspiré, mirando el negro y el dorado que brillaba frente a mi, se veía como habían pequeños destellos en la pintura de la chapa y pude agacharme para pasar mi mano por encima, me daba miedo dejarlo marcado y sinceramente, no me ateví a tocarlo.

Ya no era ver mi próximo vehículo a través de la pantalla de mi computadora, ahora era real.
Muy real.
Tenia millones de dolares depositados justo frente a mi, casi que en la palma de mi mano.
A mi alrededor estaba todo oscuro, solo el auto estaba siendo iluminado con una luz fría que le daba desde arriba, y puedo jurar que lo hacía aún más hermoso de lo que ya era de por sí solo.

RUN | F1Where stories live. Discover now