Capítulo 20

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En el apartamento de Eleazar un nuevo día comenzaba con mucha luz entrando por los ventanales y un buen desayuno, para mejorar la mala racha del día anterior en el que le habían dado un balazo en el hombro.

Él decía que solamente había sido un rose.

-¡Buenos días! -saludaba Lizardo muy energético.

-¿Qué haces aquí? -preguntó Eleazar.

No le hizo mucha gracia ver a su hermano allí.

-Como que la ciudad te está haciendo mal. Recuerda que hablamos que necesito que firmes algunos pagarés.

-¿No podía esperar?

-No hermano, no puede esperar. Pero... ¿Qué hiciste o qué te pasó? Lo pregunto porque estás a la defensiva.

-¡Qué va! nada, mejor siéntate y sírvete ¿ya desayunaste? -preguntó algo formalito.

Hizo un movimiento brusco, que ocasionó el vendaje no resistiera y la camisa se le manchara de sangre.

-¿Y eso? -preguntó Lizardo.

-Una mancha, gajes del oficio -sonrío.

-¿Por ella?

-No sé de qué hablas.

­-No te hagas el loco, si alguien te hirió tuvo que ser culpa de una mujer. Y sé perfectamente que lleva por nombre Emily.

-Ya va a comenzar como vieja loca, comamos tranquilos -respondió dejando el tú aún lado.

-Esa mujer te va a matar hermano.

Eleazar solamente se le quedó viendo; y sin decir más, siguió comiendo como si nada pasara. Incluso ni atención le puso a que la sangre le estaba manchando la camisa.

-Hace mucho que me mató -respondió entre dientes.

-Pues yo creo que hace mucho pasó el tiempo de que la olvides. Eleazar, los tiempos no son como los de antes.

-¿Crees que no sé eso?

-Al parecer sí, pero no te importa.

-Yo no me metí al negocio, por las mismas razones que otros. Así que, si ahora tengo poder y puedo usarlo para defender a la única mujer que he amado y voy a amar, no me importa.

-¿Y los Burgo?

-Burgo, Burgo, no sé.

-Yo solamente venía por los pagarés -dijo Lizardo levantándose.

Eleazar solía ser muy reservado con algunos temas, y él no llevaba mucho interés en hablar con su hermano y menos por temas en los que siempre batallaban. Aun así insistió.

-Ya es tiempo que olvides todo eso Eleazar, los tiempos cambiaron y si sigues involucrándote vas a terminar mal.

-Sabes que entré a este negocio por...

-Sí, sí. Para ser un gran policía, eso fue lo que te dijo el papá de los Burgo ¿Cierto? Pero ahora te pregunto yo ¿En dónde está ese señor ahora? Todo ese plan o no sé que cosa que estaban haciendo se perdió, ellos también lo perdieron, por lo mismo olvídalo.

-No me convertí en esto para darme por vencido, yo le prometí a su papá que iba a mover cielo y tierra para poder vencer a Mouro, no voy a fallar a esa promesa.

-En vez de estar disfrutando todo esto, ¡Qué irónico!

Lizardo se fue luego que los documentos estuvieron firmados.

Esa misma mañana en primera plana de todos los diarios, se leía el nombre de Neco, su verdadero nombre: "Ernesto Vidal" bajo un título que lo encasillaba como un gran criminal.

Huracán ✔️Where stories live. Discover now