Un respiro

27.1K 1.1K 885
                                    


Algunos de los efectos secundarios de ingerir píldoras como las que kurt me daba, eran que producen insomnio, esa noche/día no logré dormir, después de haber pedido perdón a una poché dormida fui a mi habitación y puse mi pijama para después regresar a donde poché y tratar de dormir. Logré escuchar como en la planta de abajo todavía la fiesta seguía, me metí a la cama al lado de poché abrazándome a ella de cucharita, sin embargo, no logré apagar mi cerebro que aun sufría los efectos de la píldora.

Me cansé de estar así y opté por hacer algo mas productivo con mi mañana, eran aproximadamente las 8 am y me encontraba sentada cerca de la ventana de aquella habitación de invitados, con una libreta en la mano dando forma a una nueva canción, que reflejara todo lo que estaba sintiendo en los últimos días, sin embargo, nunca me había costado tanto dejar fluir mis sentimientos.

Apenas tenia un par de líneas y las borraba, era como si mi corazón no quisiera aceptar que esos sentimientos que me invadían por lo de Johan eran reales. Después de un rato vi como poché comenzó a moverse en la cama, despertando con algo de trabajo.

— buenos días — dije poniéndome de pie y arrodillándome en el mismo sitio donde le había pedido perdón. Ella abrió los ojos y lo primero que vio fueron los míos, una sonrisa apareció en su rostro.

— hola— dijo somnolienta.

— ¿del 1 al 10 que tan enojada estas? —pregunté

— veinte— respondió dándose la vuelta para darme la espalda

— ¿y si te digo que tengo galletas en forma de dinosaurio? —dije empujando su cuerpo para poder acostarme en la cama abrazándola de cucharita

— quince —respondió ella

—helado de chocolate—

— diez—

— panques de avena— susurré en su oído

— seis— ahora ella estaba riendo

— ¿y si te digo que te amo? —

— seis— dijo después de dudarlo

— ¿y si te digo que te amo con un beso? —

— cuatro —

— ¿y si te digo que te amo con una invitación a comer? —

— tres—

— ¿y si te digo que te amo, con una promesa? —

— ¿Qué promesa? —

— la de hacer que te sientas orgullosa de mi —respondí para luego dejar un beso en su hombro.

— nada —dijo girándose para estar frente a mi— aún tengo 16 preguntas utilizables ¿sabes?

— según yo se terminaron hace mucho ¿quieres usarlas ahora? —pregunté recordando nuestro juego

—no —respondió— bueno si

— te escucho —

— ¿consumiste droga en la fiesta? — preguntó, aunque tenía la sensación de que ya conocía esa respuesta

— si—

— lo sabía— dijo ella maldiciendo para sus adentros

— ¿siguiente pregunta? —

— ¿Qué paso con Johan la otra noche? —

— recordé algo cuando lo vi en ese restaurante, algo que no hubiera querido recordar nunca —respondí

#Hashtag - Una historia CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora