#Hashtag - Una historia Caché

Ataque

— ¡no! —grité comenzando a moverme y tratando desesperadamente de desatar mis manos— ¡no por favor, detente!

— ¡Calle! — gritó poché rápidamente desatando mis muñecas— ¡Calle cálmate!

— ¡no me toques! —grité histérica

— amor— respondió ella completamente asustada— ¿Qué pasa?

Salí de la cama en busca de aire, mis pulmones dejaron de funcionar sentía que el oxígeno se negaba a entrar en mi sistema, mi corazón comenzó a acelerarse y un sudor frio recorría mi espalda, necesitaba salir de ahí. Corrí hasta la puerta dirigiéndome hasta mi habitación en busca de la gran terraza que había ahí, tan pronto sentí el aire frio de new york mis rodillas tocaron el suelo, mis pulmones aun no eran capaces de darme oxígeno y el dolor en mi pecho era cada vez más grande, el lugar comenzó a girar y escuché la voz ahogada de alguien tratando de decirme algo, hasta que sentí un fuerte golpe en mi mejilla y entonces fui capaz de fijar mi mirada en los ojos de poché.

— soy yo —dijo ella— mírame

— no— dije alejándola de mí y volviendo a ponerme de pie entrando rápidamente a la habitación en busca de algo que sabía me quitaría ese sentimiento, necesitaba deshacerme de mis pensamientos, simplemente no podía soportarlo.

— ¡calle! —gritó poché detrás de mí, por primera vez vi que estaba completamente desnuda y parecía no importarle— mírame

La ignoré y seguí buscando desesperada en el closet, debajo del colchón mientras ella seguía gritando mi nombre, yo solo quería que se callara.

— ¿¡donde esta!?— grité frustrada

— no las vas a encontrar— hablo poché calmada

— ¿Qué? —pregunté

— me deshice de todas las drogas que encontré —dijo mirándome severamente

— no, no, no— repetí y seguí buscando a pesar de lo que ella dijo. Recordé la caja fuerte de la sala cuya existencia solo conocía kurt y yo, salí de la habitación corriendo a la sala, tiré la placa del millón de suscriptores de YouTube que estaba colgada y dejé al descubierto la puerta de la caja fuerte.

— no hay nada ahí —dijo poché detrás de mi

La volví a ignorar ingresando mi huella digital que era con lo que se abría la caja, la mía y la de kurt solamente. Efectivamente no había nada ahí salvo papeles, algo de dinero y cosas sin importancia.

— ¿Qué hiciste? —pregunté a la chica que estaba ahora junto a mí.

Sentí como todo mi cuerpo comenzó a temblar y el dolor de mi pecho se incrementó haciendo que mis pulmones no fueran capaces de jalar oxígeno otra vez. Vi la puerta de la segunda terraza y corrí a abrirla volviendo a sentir el frio aire de New York en mis huesos.

— mírame —volvió a decirme poché sujetándome por las mejillas— ¿de qué color son mis ojos?

— ¿Qué? —

— ¿de que color son mis ojos? —preguntó lentamente

— café con verde —contesté confundida

— bien, necesito que respires conmigo —dijo ella de manera pausada comenzó a generar respiraciones profundas que yo traté de imitar.

— ¿Dónde está Ramón? —preguntó

— bo...Bogotá —respondí

— ¿Qué vamos a cenar? —

—yo... no...comida tailandesa— vi como poché estaba tiritando pues el aire de New York era algunos grados bajo cero y ella estaba completamente desnuda en esa terraza junto a mi —estas temblando.