Luego de explicarle a mi abuela por enésima vez de que no intente de secuestrar a mi sexy vecino, me dio las llaves de su auto para llegar mas rápido a la universidad, porque la mini distracción del adonis me hizo perder media hora preciada de mi desayuno.
Estúpido Garibaldi, por tu culpa llegare tarde a clases.
En el trayecto escuchaba las noticias de Radio Webzone F.M donde informaban de unos posibles chubascos a eso de las seis de la tarde.
Maldije para mis adentros, a esa hora tenia que salir de mi trabajo part-time en la tienda de la mama de Jenny para mis clases de baile contemporáneo y me olvide mi paraguas, solo espero que Jenny se apiade de mi y me lleve.
Si bien la abuela me dio las llaves, debo devolvérselas para que ella al volver busque sus medicinas y vaya a la noche de bingo con sus amigas Caterina, Cecilia, Sarah y Emilia. Sus amigas de juego.
Espero que en el futuro Jenny, Delfi y yo compartamos noches de bingo y nos divirtamos como ahora a los veintes.
¿Recuerdan a la rubia de catorce años que se sentaba en la otra punta del salón? ¿La misma que Cyrus se fue a sentar junto a ella en mi primer día en la nueva escuela? Bueno, esa Delfina hablo.
A decir verdad la amistad de Delfi fue algo como una consecuencia del rechazo de Fede pero eso me dio amigas y por mucho que me haya dolido aquel rechazo, se lo agradezco.
Hablando de roma, la misma rubia de cara alegre e inusualmente alterada, me esta esperando con un asiento vacío junto al suyo.
—Llegas tarde Pucca—Me recrimina mientras levanta su mochila rosa pastel con blanco y cierres negros.—Sabes que pasa si llega Michaelson y ve un asiento vacío.
Claro que lo sé, manda al primer alumno en el suelo que ve y lo sienta en aquel lugar vacío.
Es una lección para aprendamos a ser puntuales con su clase y subestimarla porque sea de las ultimas previas a graduarnos.
Y me ha pasado un montón de veces que llegue tarde y tuve que sentarme en el piso por lenta.
No me culpen, Federico Garibaldi sin camisa solo pasa una vez por semana, no voy a perderme mi novela de la mañana por nada del mundo.
—Ups.—Me excuse con mis manos a la altura de mis hombros e imitando a Britney Spears.—Es que...
—Dejame adivinar.—Me corto Delfi con la mano en señal de alto.—¿Grey y su nueva sumisa?
Empecé a jugar con mis dedos como el emoji de cuando los juntas en señal de obviedad y desviando la mirada. Delfi solo volteo los ojos, ella sabe todos los movimientos de Fede gracias a mi y mi perfecto organizador (escondido detrás de mis recortes de diarios)
—No tienes remedio, Elena.—Resopló y llevo su mano hacia su tabique perfecto.—Dime que al menos gozaste de la vista para no sentir vergüenza ajena.
—Digamos que me atrapo viendo sus...
No llegue a terminar que Delfina gira su cabeza como el exorcista, con sus ojos grandes y abiertos sin pestañear. Tengo miedo.
—¡¿COMO QUE FEDERICO GARABALDI TE ATRAPO VIENDO SUS ABDOMINALES?!
—Señorita Urtibey, ¿Tiene algo que compartir con la clase?
Trágame tierra.
Ahí frente a nosotras estaba el profesor Michaelson, el muy reconocido profesor y uno de los periodistas mas reconocidos de la ciudad. Cualquier periodista recién recibido habla de que Michaelson fue su puente, es el mejor y el solo escoge a los mejores para recomendarlos en su editorial.
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El Rechazo Duele ✔️ [Padecientes #1]
ChickLit¡Oh no! Ahi viene el amor de mi vida, la luz de mis ojos, mi futuro marido y el padre de mis hijos... Tierra llamando a Elena. Disculpen, mi nombre es Elena (no, no soy Elena Gilbert y tengo a dos vampiros sexis peleando por mi) soy solo Elena, Elen...