🥀Capitulo XXIII: Puertas y Ventanas🥀

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Nunca fui amante del ejercicio.

Nunca pude subir una soga sin desfallecer al menos unas cinco veces.

Nunca pude correr por mas de un minuto y medio o de lo contrario mis pulmones se encontraban en la pista del Upper League o en la acera.

Pero creo que me he subestimado todo este tiempo.

Jamás pensé que correría con tanta pasión en mi vida, como si me estuviera persiguiendo un guepardo por el Amazonas, como una gacela en la huida.

Deja la dramaturgia para después

¿Cómo pude olvidarlo?

Después de todos mis esfuerzos para demostrar mis habilidades, no podia permitirme un fallo de esta magnitud, Michaelson tiene un T.O.C con la puntualidad; no puedo permitir pisar la raya que me propuse enmendar.

Que Lucifer y todos los demonios se apiaden de ti.

¡Cállate que no hiciste nada para evitar esto, conciencia traicionera!

La próxima metedura de pata ni rezo.

¿Cómo aún no me quedado sin aire? Estoy a solo a unas calles de mi casa, debería sentirme exhausta.

Bien dicho, deberías pero tú concepto de compromiso es más persistente que otra cosa.

Sabía que podías ser buena, conciencia traicionera.

Lo que no me esperaba en cuanto llegue a la calle de mi casa, es encontrar un auto estacionado enfrente.

¿Storm sirve sexo a domicilio?

Me ofende que sigas pensando en eso pero vienes de la anécdota más candente de Wallace Wright...

Vaya que Wally tiene su vida en la Gran Manzana. Las posiciones en que estuvo me resultan imposibles de pensar o de recrear en mi mente.

No ensucies tu mente tan...

-¡¿Que hace usted aquí?!

Lo veo y lo creo.

Ashton Michaelson en el pórtico de mi casa. Repito: Ashton Michaelson en el pórtico de mi casa.

Lleva puesto tanto una sudadera como unos pantalones oscuros, sus impecables amarronados zapatos de vestir y esa aura tan intrínseca de él.

-Hice el calculo...-se calló de repente y eso provoca que la poca dignidad que tenía desaparezca al soltar una exhalación sonora mientras sostengo mis caderas.

Todo bien en humillarla Gossip Professor pero ¿venir hasta nuestra casa no le parece exagerado?

-Mentira-dijo después de ver qué recupere el aire.-, le pedi a mi asistente que hiciera el viaje estimado hasta los estudios de televisión.

»Seguramente iria en Uber o pediría que la llevaran o en el peor de los casos, esperaria un bus con el trayecto que a ciencia exacta le comento que debió tomarlo hace más de una hora para considerarse "puntual".

Aquello último hizo el gesto de las comillas imaginarias.

Si no estuviera sintiendo está opresión en mi panza, habría acotado que el mero hecho de que se encuentre en mi casa y el cálculo es de un acosador en serie.

Primero que te dé el puesto de trabajo y luego lo denunciamos.

Mientras medito mis siguientes movimientos si salir corriendo con el poco aire que le queda a mi cuerpo y denunciarlo, visualizo una bolsa marrón con el slogan de Wendy's. ¿Acaso él...?

El Rechazo Duele ✔️ [Padecientes #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora