🥀Capitulo X: Motivaciones🥀

190 34 42
                                    

¡Corre Simba!

¡Corre!

Eso le decía Scar al asustarlo con el aullido de las hienas para que abandonara la savana para que no se ocurriera volver y quedarse con el trono. 

Simba corrió y corrió, huyendo de los aullidos que solo eran para espantarlo y el plan de Scar saliera perfecto.

Acababa de ver la muerte de su padre y debía huir, dejarlo atrás para sobrevivir.

Como yo, huyo para sobrevivir de este dolor que inunda mi pecho, esta aflicción que tiene intenciones mas punzantes que la espina de una rosa.

Duele como un puñal en el corazón.

Me corta la respiración.

Es como si el cuerpo y mi alma se separaran y me partiera en dos en medio de aquel desolado pasillo gris.

Me he convertido en un ente sin rumbo alguno.

No sé a donde ir

Solo corro hasta que el mismo cuerpo me demanda parar.

Me obliga a detenerme

¿Para que? Morir de la angustia solo me dará paz en este tormento que estoy padeciendo.

¿Por que he parado? ¿Por que sigo respirando cuando siente que es una lija que me corta en cada inhalación de oxigeno y exhalando el veneno que puedo usarlo para otro fin.

Esto es solo un ataque de histeria. No te derrumbes.

¿Cómo no derrumbarse cuando sientes que tus latidos solo te recuerdan por quien se aceleraban y como en un segundo todo se volviera una pesadilla viviente?

¿Cómo seguir a pesar de la punzada que contamina el alma sin desconsuelo alguno?

¿Como...? 

Tranquilízate, Elena.

No puedo.

¡Si puedes! ¡Solo recuerda que debías hacer cuando el asesino padecía algo similar!

Solo puedo caminar de un lado a otro tratando de recordar tres simples cosas que una persona debe hacer si padece un ataque de pánico o algo de similares características.

1 Respiración profunda

2 Cerrar los ojos 

3 Piensa en tu lugar feliz

Es difícil pensar en mi lugar feliz porque mi lugar feliz ahora es el lugar donde solo hay tristeza y penuria.

¡Hay muchas mas cosas en la vida que te hacen feliz que no sea Federico Garibaldi, tonta!

Me siento en unos de los escalones de las escaleras de emergencia, no me pregunten como llegue porque mi cerebro no estaba del todo conectado como para dar alguna explicación lógica.

Repito el procedimiento, esta vez cerrando los ojos, intentado recordar un momento feliz.

Trato de hacerlo, trato de no asociar mis recuerdos felices a sus presencias pero es imposible porque todos mis recuerdos emergen a causa o consecuencia del asesino de mi corazón.

Solo puedo hacer una cosa.

Llorar.

Me derrumbo otra vez en aquella orilla gris, mis lagrimas caen en mi falda pero no me importa. Me abrazo tan fuerte como soy capaz para aplacar esta agonía que solo crece y crece sin dejarme un respiro.

El amor es como un cáncer, te ataca silenciosamente, se ramifica y te liquida lenta y dolorosamente.

No sé cuanto tiempo ha pasado pero siento que no estoy sola en las escaleras y al despegar mi cabeza de mis rodillas, lo veo.

El Rechazo Duele ✔️ [Padecientes #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora