🥀Capitulo XIV: Pétalos Caídos🥀

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Pobres magnolias.

Ellas tan blancas, puras y llenas de inocencia.

Cosa que te falta, Elena.

Cállate conciencia que se te nota muy aburrida últimamente.

Estamos dolidas, ¿Qué esperabas?

Si bien he logrado cumplir con la tarea de Cyrus, anotando los sabores con mis reacciones aun hay un vacío dentro de mi pecho que ni el helado podrá sanar pero hace de esta agonía un poco mas tolerable. 

Evito a toda costa correr la cortina porque se que puedo encontrarme como también en como puede afectarme verle. Suelo ser masoquista conmigo misma pero esta situación me ha dado una especie de cachetazo para que reaccione ante tal actitud, ya es bastante dolorosa la herida como para echarle mas limón con sal.

Pero como anteriormente había mencionado, nuestra distancia geográfica es corta, lo que significa que evitarlo no es una tarea que siempre pueda lograr exitosamente. 

Es decir, reír para no llorar.

Si bien he tenido suerte en no encontrármelo en los últimos días, lo cual agradezco a Lucifer o al Universo de tenerme un poco de piedad por mi alma rota, no puedo decir lo mismo de sus padres. 

Mario Vito Garibaldi, robusto pero me imagino que en su juventud habrá tenido un buen físico como el que su hijo demuestra con su característica barba cobre, su tez tostada y su vestimenta formal por ser el jefe general del Red Flag acompañado de quien considero mi segunda madre. Teresa o como me gusta decirle Tessa Garibaldi, la mujer mas cálida del mundo, menuda, esos ojos que se debaten por tornarse de un color definitivo.

Cuando ser vecina del quien fue todo para ti duele mas que mil soles.

—Elena querida—recitó al verme por la valla que separa el jardín delantero de nuestras casas—, ¿Cuándo volveré a verte en nuestra mesa? 

Luego de mi incidente y mi recuperación los Garibaldi me hospedaron o mas bien diría que me tuvieron bajo vigilancia por un año entero, el cual fue muy productivo. Luego se volvió costumbre que me pasara una vez al mes en una cena porque me consideraban parte de la familia.

Pero antes, su retoño no te rompió el corazón de la manera mas sádica posible.

Antes no tenia que fingir estar bien porque lo estaba genuinamente con ellos, viviendo en mi propia fantasía de familia perfecta; ahora no puedo tolerar estar en la misma habitación sin sentir que estoy frente al asesino de mi corazón.

Intento excusarme con sacar el tema de Storm pero Tessa me frena antes de que termine la oración.

—Ni me la menciones. Federico solo tomo una decisión con aquello que le cuelga entre las piernas, no con el corazón.

Que hermosa nuestra suegra, nos quiere a nosotras que a la tormentosa de Storm.

—El decidió con el corazón—confesé sintiendo aquella puntada en la garganta—, y le deseo toda la felicidad del mundo con...con...con ella.

Carajo, como dolió decir eso.

Hay algo en sus ojos que determinan su color temporalmente, sus ojos están entre el color avellana y el grisáceo evidenciando sus emociones al igual que las de su hijo.

Confusión e impotencia.

Tessa no comprende las decisiones de Federico y sus ojos lo demuestran. 

Entre tanto, un brillo particular del hombre de ojos azules demuestran las mismas emociones que su esposa pero sin necesidad de tener aquel detalle de cambiar el color de sus ojos para evidenciar su desconcierto.

El Rechazo Duele ✔️ [Padecientes #1] Where stories live. Discover now