🥀Capitulo XXXV: Oh My Lucifer 🥀

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¡ATENCIÓN!

ESTE CAPITULO CONTIENE ESCENAS EXPLICITAS NO APTAS PARA MENORES DE 18 AÑOS.

SE RECOMIENDA SALTEAR EL CAPÍTULO SI ES DE TU INCOMODIDAD.

...ADVERTIDO ESTAS...

LADY MYSTERY

ELENA

El ser humano es conocido como la especie que más ha cometido errores desde el principio de la humanidad: Rivalidades, rebeliones, expansiones, fragmentaciones, destrucciones, etcétera, etcétera.

Y como los problemas casi siempre tienen un punto de partida, la especie humana tiene comprobado científicamente, una distinción que nos diferencia de los animales:

El pensamiento.

La más preciada virtud y la más desgraciada maldición.

¿Por qué maldición?

Porque la mente es racional cuando le conviene serlo, de lo contrario es un ajedrez en constante duelo.

La lógica, una parte que analiza los eventos cruciales como una fórmula matemática, suele ser aquella encargada de ser objetiva, brindando soluciones a través de un consenso con el sentido común, para que el individuo pueda obrar sin parecer un robot o una marioneta, manteniendo el equilibrio de la mente, y que, ante cualquier circunstancia, persevera en la adversidad.

Aunque, nadie planteó que la única manera de no hacerle caso a la lógica es a través de las emociones del corazón.

Pero, ¿acaso existe la manera correcta de cómo atravesar está situación?

No.

Y ahora ese es mi dilema.

Bajo ninguna circunstancia debía sucumbir ante las emociones.

Ni las hormonas.

Siendo cautelosa, deje la calabaza a un lado de la mesa de billar y me acerque, enunciando mi condena, llevando mis brazos hacia detrás de su cuello, traspasando cualquier barrera del pasado que me permitiera retractarme, sellando mi cometido con un beso.

Un claro, inmovil y largo beso.

Al principio fue inocente, estaba de puntitas para llegar a su rostro, el roce de nuestros labios no permitía más que el encuentro de labios chocados y un suspiro que indicaba que el peliverde se había relajado de mi sorpresivo ataque, permitiendo que pruebe sus labios dulces con sabor miel entre besos cortos y delicados.

Pero luego vino el contraataque.

Su contraataque.

La delicadeza se convirtió en demanda, en un llamado, ¿o advertencia?

Básicamente nos está comunicando que si no lo frenas, él procederá a devorarte.

No puedes controlar el hambre cuando el anhelo se vuelve excesivo.

Su demanda era, implícitamente, una petición, una súplica de ir más allá de los besos, la sutil firmeza de sus manos en mi cintura, incitando a un tacto más profundo, una exploración de ambos extremos de la cual yo tenía el control de la situación, la cual accedí sin reclamo alguno. Le permití entrar, le permití sostenerme de aquella manera que, en mi interior, despertando una corriente en llamas, invadiendo mi mente y corazón, incinerando la razón e invalidando mi canal auditivo para no escuchar otro sonido que no provenga de mis cuerdas vocales o de la anatomía de Federico Garibaldi.

El Rechazo Duele ✔️ [Padecientes #1] Where stories live. Discover now