Narrador: Adriana
El camino a casa de Gustavo fue básicamente conversar de datos curiosos de nosotros. Fue bastante divertido, largabamos alguna que otra carcajada por las cosas que decíamos.
- ¿Por qué me llevas a tu casa? - Pregunté después de tanto reír.
- Ehh, bueno, no sé. - Río con sinceridad. - ¿No querés ir? - Me preguntó al momento. A lo que yo negué.
- No, no es eso. Simple curiosidad solamente. - Le reste importancia y seguimos caminando. - ¿Tu familia va a estar? - Interrogue a Gustavo.
- No sé, tal vez sí, tal vez no. - Sonrió divertido.
No respondí y caminamos en silencio. Estaba algo nerviosa, a pesar de que ya había visitado su casa y había conocido a su familia, seguía sintiéndome rara.
Después de unos 15 minutos ya habíamos llegado a su casa.
- Bueno, nena, hemos llegado - Sacó las llaves de su casa para abrir la puerta y hacerse a un lado para pasar yo primero. Que caballerosidad. Una vez dentro de la casa, la puerta la volvió a cerrar.
- ¡Ya vine! - Gustavo gritó, pero no hubo respuesta alguna. Gustavo y yo nos miramos con confusión.
- ¡Má! ¿Están acá? - Volvió a preguntar en voz alta y se dirigió a la cocina. Tampoco hubo respuesta.
- Parece que no hay nadie. Que raro. - Gustavo se rió nervioso. Y se asomó a las escaleras.
- ¿No te dijeron que iban a salir? - Gustavo inmediatamente negó. Sentándose en el escalón.
- Bueno, tenemos la casa sola. ¿Te parece si vemos una película? - Me preguntó a lo que yo asentí. Él me sonrió.
- Bueno, sentate en el sillón, ahí vengo, traeré algo para comer - Asentí y el fue a la cocina a preparar algo rápido.
Después de sentarme en el sillón, encendí la tele, pero no había ninguna película interesante para ver.
- Ya vine, no sé si te gustan los alfajores. - Respondió con los brazos llenos de snacks de todo tipo.
- Y bueno, ¿A quién no le gustan los alfajores? Dejáme ayudarte. - Me levanté del sillón y le quité algunas cosas de las manos para que no estuviera tan cargado.
- Gracias. - Me sonrió y se sentó al lado de mi. -¿Ya encontraste algo para ver? - Me preguntó acomodándose.
- No, no he encontrado algo para ver. - Gustavo tomó el control y empezó a navegar por los canales, para no encontrar nada para ver.
- Que lástima, no hay nada para ver. - Gustavo me miró y yo negué.
- ¿Se nubló el cielo? - Pregunté mirando al cielo desde la ventana. - Te imagines que se largué a llover. - Reí y Gustavo también.
- Estaríamos de suerte. Pero pará, imagina que se vaya la luz. - Soltamos una carcajada. - Me senté al lado de él y abrí un paquete de bizcochitos, creo que eran.
- Shhh, ¿oís eso? - Me susurró Gustavo y yo guardé silencio.
Efectivamente, lo que se escuchaba era lluvia, las gotas caían y caían cada vez más fuerte. Parecía un diluvio.
YOU ARE READING
𝕃𝕠𝕤 𝕤𝕚𝕘𝕟𝕠𝕤 𝕕𝕖 𝕝𝕠𝕤 𝕡𝕣ó𝕗𝕦𝕘𝕠𝕤
Fanfiction(SEGUNDA TEMPORADA YA DISPONIBLE EN MI PERFIL) "Bajo una luna hostil, signos..." "Somos cómplices los dos" Adriana Giacomelli, de 17 años, es una excelente estudiante de veterinaria, cuyos pasatiempos se basan en tocar la guitarra eléctrica y la ba...