Cap. 16 - Día aburrido

63 7 0
                                    

Gustavo

Después de que Adriana me hiciera acostarme en su cama, para dormirnos, y después me dijera que no tenía sueño. Entablamos una conversación, que no llego a nada importante. Pero hablamos y reímos mucho también.

- ¿En serio te mordió una rata? - Pregunté entre risas. Adriana me había dicho que una vez la mordió una rata mientras estaba dormida. Evidentemente no le creí en un principio.

- ¡Si! ¡Posta que sí! - Me volvió a confirmar riendo de nuevo.

Solté una carcajada.

- La pregunta es ¿Cómo llegó hasta ahí la rata? - Adriana siguió agregando y yo no podía más con la risa.

- Pará, pará, ¿Dónde te mordió? - Traté de contener la risa y funcionó un poco.

- No te vayas a reír Gustavo. - Advirtió y levanté los hombros. No podía prometerlo si iba a ser gracioso.

- ¿En dónde? - Pregunté con curiosidad, más que diversión.

- En la boca. - La miré sorprendido y después de unos segundos volví a reír.

- ¡Gustavo! - Reclamó Adriana y yo junté mis manos en señal de perdón.

Esa conversación fue algo bastante espontáneo, pero muy divertido a la vez.

No tenía muchas ideas de que podíamos hacer ese día. Entonces le pregunté si tenía alguna idea de que podíamos hacer hoy.

- No sé.... - Murmuró y yo permanecía mirándola.

- ¿Y si nos vamos a comer? - Propuse inmediatamente se me ocurrió la idea. Ella asintió sonriendo

Nos levantamos de la cama, bajamos las escaleras y salimos de la casa.

En el camino estábamos bromeando acerca de todo lo que veíamos que nos daba risa. Parecíamos unos inmaduros.

Acordamos comer una pizza, ya que era lo único que queríamos comer.

- ¿De que querés la pizza? - Pregunté a Adriana y ella se levantó de hombros.

- ¿De pepperoni? Estaría bien... creo. - Acepté y pedimos la pizza, solamente teníamos que esperar a que nos la dieran.

Nos llamaron y fuimos al mostrador a por la pizza. Lo único que no sabíamos era si la iríamos a comer en la casa o si la comeríamos ahí. Pero Adriana propuso ir a comer a la casa, ya que siempre que termina de comer le da sueño. Es como un perrito.

- ¿Fideos con tuco o la carbonara? - Estábamos jugando a qué preferíamos. Y esa era la siguiente pregunta.

- Fideos con tuco, obviamente. - Respondí, y ella rodó los ojos divertida.

- ¿Vos preferís, la lasagna o la pizza? - Pregunté

- La lasagna - Respondió al toque.

Seguimos preguntandónos bastantes cosas. Unas raras y otras algo necesarias para conocernos más.

Habíamos llegado ya a casa, y Adriana se encargo de traer algunos platos para nosotros dos.

Comimos en silencio, teníamos mucha hambre.

- ¿Que crees que piense tu hermano si se entera que somos novios? - Pregunté y ella me miró confundida.

- No sé, capaz nos mata a los dos. - Respondió con normalidad. No me gustaba pensar en eso. Pero realmente Valentín, era o es mi amigo. Y sinceramente no quisiera tener problemas con él por Adriana.

- ¿Y tú mamá? ¿Que crees que opine? - Ella pensó un momento y volvió a responder.

- Ella le diría a mi hermano que somos novios y ahí se arma una bronca. - Ella me miró atentamente y yo hice una mueca, que ni yo sé que era con exactitud.

- ¿Por qué pensás en eso? - Ahora Adriana me preguntó a mi. Yo me levanté de hombros.

- No lo sé, creo que desde que peleé con tu hermano he estado pensando en eso. - Hablé y ella asintió ¿comprensivamente? - ¿Y si hablo con tu hermano? - Propuso, aunque más fue como si le estuviera pidiendo permiso.

- ¿Y que le vas a decir? - Ella parece sospechar.

- No quiero tener una mala relación con él. Es todo, solo eso. - Mi respuesta no pareció convencerla pero tampoco me insistió de nuevo.

- Bueno, si vos lo crees prudente, hacelo. - Me sonrió aunque creo que estaba más preocupada que otra cosa.

Después de terminar de comer, me tuve que despedir de ella, me tenía que ir a mi casa temprano. Una de las razones era que no me quería encontrar a Valentín. Y también tenía que aclarar algunas cosas con mi mamá y con mis hermanas, que seguramente también estaban preocupadas.

- Nos vemos. - Dije a Adriana y ella me dio un abrazo cálido. Me podría haber quedado ahí años y no tendría ningún problema.

- Cuidáte. - Me susurró, no le iba a preguntar, pero creo que estaba algo preocupada por decisiones que no debía tomar y de las cuáles seguramente me iba a arrepentir.

- Siempre me cuido. - Nos separanos de los brazos del otro y ella me dio un pequeño beso que transmitió una ternura inmensa.

- Sí, ¿siempre te cuidas que mi hermano hasta se agarra a golpes con vos? - Me respondió sarcásticamente y yo sonreí.

- Bueno, eso lo empezó él, no yo. - Ella negó con diversión y me abrió la puerta.

En el camino a mi casa estuve pensando en si debía de hablar con Valentín pacíficamente. Aunque él no sea muy pacifico que digamos.

Cuando llegué mi mamá y mis hermanas me estaban esperando y creo que mis hermanas no estaban muy felices, mi mamá me abrazo y se alegró de que hubiera llegado ileso. Mis hermanas me "reclamaron" que estuvieron muy preocupadas, mi papá también me abrazo y me dijo que la próxima vez tengo que avisar. Al menos no me castigaron, aunque eso pensé al principio.





🦭🦭🦭

HOLAAA.
Cómo andan?
Este capítulo trate de hacerlo con todas mis neuronas trabajando al 100 pero creo que solo 2 neuronas participaron en este capítulo.

También trataré de hacer un maratón de 3 capítulos (este sería el primer cap) para hoy, y también actualizaré los one shots.

Ahora sí chau


Edit: en el próximo capítulo va a haber drama 😈

𝕃𝕠𝕤 𝕤𝕚𝕘𝕟𝕠𝕤 𝕕𝕖 𝕝𝕠𝕤 𝕡𝕣ó𝕗𝕦𝕘𝕠𝕤 Where stories live. Discover now