Cap. 17 - Me quedo aquí.

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Gustavo

Cómo siempre, me levanté de mi cama a las 6:50am. Lo mismo de ayer seguía dando vueltas en mi cabeza.

¿Debía de hablar con Valentín?

Soy una persona bastante impulsiva y eso no es mi fuerte, no me sé mantener sereno y mucha gente lo sabe.

Pero ¿hacer las cosas a mi manera? Es una de mis especialidades. En cagarla tengo una maestría.

- Gustavito, ¿Irás a la facultad? - Mi mamá me preguntó y yo asentí dándole un pequeño beso en la mejilla.

- Sí, mamá. Hoy iré. - Volví a confirmar y ella asintió suavemente.

Mi mamá salió de mi habitación y yo me fui a dar un baño, estaba pensando en si debía de llamar a Adriana para ir a su casa a pasar por ella e irnos juntos.

Pero algo en mi me dijo que no lo hiciera, entonces, no lo hice. Era un Dejá Vu horrible. Presentía que algo iba a pasar y simplemente quería que estuviera equivocado.

[...]

Me fui caminando hacia la facultad y no vi a Adriana pero si vi a Valentín. El dejá vu me volvía a pegar más fuerte está vez.

- Valentín ¿Puedo hablar con vos? Solo será rápido. - Llamé la atención de él y me miró con desprecio.

- ¿Que querés? - Respondió seco.

- ¿Podemos ir a otro lado? - Volví a pedir, y el acepto muy forzosamente. Nos dirigimos hacía otro lugar más alejado de la multitud.

- No quiero discutir con vos. - Fue lo primero que dije y el rió sarcástico. No voy a mentir que me enojé en ese momento, pero trate de controlarme. - Tampoco quiero que peleemos ni mucho menos quedar mal con vos. - Continúe y él me miraba con aburrimiento.

- ¿A qué querés llegar? Se directo y ya, no quiero perder el tiempo. - Soltó directamente y yo fruncí los labios.

- Mirá, Valentín, quiero que arreglemos nuestras diferencias, estoy acá para hablar con vos seriamente. - Él ahora me miraba con más atención.

- ¿Que diferencias decís? - Me hizo un montoncito con su mano. - Vos estás flasheando cosas, yo no tengo nada de diferencias con vos. - Se cruzó de brazos y aparto la mirada.

- ¿Me estás jodiendo? Vine a hablar con vos y te estas negando. Contigo no se puede hablar por las buenas. - Comenzaba a enfurecer. - Te estoy solicitando hacer las paces, tampoco te digo que volvamos a ser amigos otra vez. Yo tampoco quiero una amistad como la tuya, créeme que si por mí fuera, jamás te hubiera conocido, pero ya fue. - Valentín me miraba con mucho enojo.

- ¿Vos me estás solicitando? - Rió con ironía - Vos no me vas a solicitar nada si yo no quiero y punto. - Dijo con firmeza. - Yo no quiero volver a tener algún contacto con vos. Y tampoco quiero tener que soportarte porque sos "amigo" de mi hermana - Hizo comillas y continúo. - Así que, te pido de la mejor manera que te alejes de ella. - Esas palabras me hicieron enojar aún más.

- Vos no me mandas, si yo quiero le hablo a tu hermana, vos no sos nadie en mi vida para decidir mis amistades. - Me acerqué más a él y Valentín me empujó agresivamente. - No me toqués otra vez. - Advertí, y el rió, me volvió a empujar y no aguanté más y le lance un golpe. Él se tambaleó un poco y me regresó el golpe. Me lancé sobre él para darle otro golpe de nuevo, de un momento a otro se volvió una pelea a golpes de nuevo. Mucha gente estaba alrededor de nosotros y algunos profesores tuvieron que separarnos.

𝕃𝕠𝕤 𝕤𝕚𝕘𝕟𝕠𝕤 𝕕𝕖 𝕝𝕠𝕤 𝕡𝕣ó𝕗𝕦𝕘𝕠𝕤 Où les histoires vivent. Découvrez maintenant