Cap. 18 - Si no fuera por...

68 7 0
                                    

Gustavo

Y justamente lo que no quería que pasará, termino pasando. Discutí con Adriana y eso era lo que menos quería.

O bueno, lo que nunca pensé que ocurriría, también, agregando el que me había peleado con su hermano otra vez como ella lo dijo. Y cuando ya habían pasado 5 días me dí cuenta de lo que había hecho.

Así que después de darme un baño, aclarar mi mente y comer un poco, me digne a ir a su casa y arreglar las cosas. Yo no soy de ir y rogarle a la gente, pero Adriana es la excepción y sin más. Me fuí directo a su casa.

En el camino estuve pensando en si debía de ir o no. Porque que tal si ella ya no me quería ver nunca más. Aún así fuí.

Después de caminar como veinte minutos llegué a su casa. Y no iba a tocar la puerta por obvias razones. Entonces decidí hacer lo de siempre. Treparme a la ventana.

Ahí estaba ella, estaba completamente acostada en su cama. Y después de unos segundos embobado mirandola. Toqué la ventana y ella se sobre salto.

Al principio pensé que no me iba a abrir, porque ella dudo un poco en abrirne. Pero lo hizo finalmente.

- ¿Que querés? - Me preguntó sin siquiera saludarme.

- Vine a hablar con vos. - Dije algo apenado.

- ¿De que? - Ella se cruzó de brazos.

- ¿Puedo pasar? - Pedí - Hace frío acá afuera. - Ella me miró unos segundos y después hizo una seña para que entrará.

- Sentate, bah, no sé, si querés - Habló y cerró la puerta de su habitación.

Me senté en su cama y suspiré, era muy evidente que no sabía qué iba a decir a continuación. Estaba mirando al piso, pensando en como iniciar una disculpa.

- ¿Vas a hablar o no? - Se paró enfrente de mí. 

- Podrías acercarte..  un poco más - Comencé - Podrías delirarte... un poco más. Podrías desnudarte... un poco más. - Su mirada hacia mi, era nada más que confusión. Sin embargo no me interrumpió y me hizo una seña para que continuara.

- Podrías arriesgarte... alguna vez. Podrías disociarte... alguna vez. Podrías excitarte... alguna vez. - Ella hizo una cara de confusión, con mi mano le hice una seña para que aguardara y no me interrumpiera.
- Podrías entenderlo... si no fuera por...- Me quedé callado.

- ¿Si no fuera por? - Ella continúo.

- Valentín - Solté rápidamente. Y ella me miró sin decir nada.

- ¿Que tiene que ver él? - Me preguntó aún con los brazos cruzados.

- Que él no me deja estar con vos. - Hablé y ella solo me miraba.

- Pero no es como que te agarre las manos.... o no sé - Respondió y yo volteé mi vista hacia otro lado.

- No, pero él no quiere que estemos juntos. - Me levanté y estuvimos frente a frente. - Por favor, déjate llevar. Realmente me hace mal no tenerte conmigo. - Murmuré.

𝕃𝕠𝕤 𝕤𝕚𝕘𝕟𝕠𝕤 𝕕𝕖 𝕝𝕠𝕤 𝕡𝕣ó𝕗𝕦𝕘𝕠𝕤 Where stories live. Discover now