Capítulo XXVIII

1.2K 53 2
                                    

POV: Juanjo

- ¿Estás enamorado de Martin?

- No

- ¿Estás seguro?

- Estoy muy seguro, me gustaba pero no estaba enamorado de él.

- ¿Por eso lo besaste?

- Sí, me había gustado desde el casting y quería saber si él también lo sentía pero ya veo que no.

- No estamos juntos, sólo somos amigos.

- He escuchado vuestra discusión el otro día y no era una discusión de amigos. Martin me ha dicho que estáis en algo y yo no quiero meterme en una relación, él me gusta pero no me voy a interponer entre vosotros.

- ¿Te lo ha contado Martin?, ¿por qué?

- No lo sé, supongo que me lo dicho porque te quiere, porque sabe que contigo puede tener algo estable.

- Gracias Cris y perdona por lo del otro día, estaba muy enfadado y no sabía lo que hacía.

- No te preocupes, el corte ya está totalmente cerrado y era muy pequeño, ni siquiera se nota.

- No debería haber hecho eso pero el simple hecho de perderlo me aterra.

- Te entiendo, si un chico llega a besar a mi novio también me enfadaría, tendría la misma reacción que tú sinceramente así que tranquilo, no hay problema Juanjo.

- ¿Empezamos de cero entonces?, ¿todo arreglado?

- Hola, yo soy Cris ¿y tú?

- Juanjo, encantado.

- Si necesitas algo me tienes aquí, seguro que con el tiempo nos hacemos amigos. Ahora ve a hablar con tu novio que creo que te está esperando en la sala de ensayo - me indicó Cris con la mirada.

Miré a través de la ventana de la terraza y pude ver a Martin y a Ruslana en la sala de ensayo tumbados en el suelo mientras se abrazaban.

- ¿Te importa si me llevo a Martin?

- Pero luego me lo devuelves que estábamos teniendo una conversación muy interesante.

Me llevé a Martin a la terraza y nos sentamos en el sofá mientras nos daba la luz de la noche en la cara.

- ¿Has hablado con Cris sobre lo nuestro?

- Sí, tenía que contárselo.

- ¿Por qué?

- Tenía que contarle que estaba contigo porque si no no me iba a dejar tranquilo. Él se pensaba que estaba soltero, por eso me besó, si no le hubiese dicho nada me hubiese pedido intentar algo con él. ¿Te habría gustado que saliese con Cris?

- Ni se te ocurra pensar en esa posibilidad porque no va a pasar nunca.

- ¿Entonces qué es lo que te molesta?

- No lo sé, no quiero que todos se enteren y crean que lo hacemos para seguir aquí. Te quiero y no estoy contigo para seguir en el programa, estoy contigo porque me valoras y porque me has cambiado la vida.

- Lo diremos cuando te sientas cómodo pero él tenía que saberlo, con el tiempo entenderás la razón por la cual se lo dije. Yo también te quiero, mucho.

- ¿Vamos al sofá? - le dije mientras le hacía un puchero para convencerlo.

- Venga.

En cuanto llegamos al sofá me tumbé encima de él y puse mi cabeza sobre su pecho escuchando los latidos de su corazón. Había echado de menos dormirme en su pecho y era algo que me hacía sentir seguro.

- Me gusta mucho la foto que tienes de fondo de pantalla.

- Lo raro sería que no te gustase.

- ¡Oye! - me dijo Martin mientras me daba un golpe suave en el brazo.

- ¡Me haces daño!, me duele el brazo Martin, me has dado muy fuerte.

- Lo siento, no quería darte tan fuerte, perdón - empezó a darle pequeños besos al brazo mientras acariciaba mi pelo.

- ¿Por qué no me das algún beso a mí?, yo te quiero más que mi brazo.

- Que tonto eres, ¿puedo decirte una cosa?

- Sí, claro.

- Vamos a la ducha, es algo que prefiero decirte en privado.

- De acuerdo, vamos.

Cuando llegamos a la ducha nos sentamos en el suelo y nos quedamos en silencio durante un buen rato.

- Quiero decirte que te quiero, que aquí me he dado cuenta de que me haces ser diferente. Yo no soy una persona cariñosa, aunque lo parezca no me gusta mostrar afecto. Con mi anterior pareja siempre guardaba distancia, me gustaba darle abrazos y darle besos pero llegaba a un punto en el que necesitaba descanso y espacio.

- No quiero saber lo que hacías con tus anteriores parejas, si me he molestado por un beso imagínate como puedo reaccionar con otro tipo de cosas.

- Cállate que no voy a darte detalles. Sólo es un ejemplo para decirte como me siento contigo. Tengo la necesidad constante de tocarte, de sentir que estás a mi lado, de abrazarte o de darte la mano. Me encanta mirarte a los ojos aunque a ti no te guste mirar a nadie, contigo siento que puedo ser yo mismo porque sé que no me vas a juzgar nunca.

- Te quiero tal y como eres, sé que no voy a cansarme nunca de decírtelo porque me has cambiado la vida. Quiero que lo nuestro sea para siempre, pase lo que pase quiero que estés a mi lado.

- ¿Me das un abrazo?

- Claro que sí tonto, no hace falta que lo pidas.

Después de eso nos fundimos en un abrazo reconfortante que hizo que se parase el tiempo, no sé durante cuanto tiempo nos abrazamos pero sé que no quería soltarlo.

- Chicos, sé que siempre os interrumpo pero tenemos que irnos a la cama, mañana tenemos el reparto a las 16:00 y tenemos que estar frescos.

Cuando escuchamos a Ruslana salimos de la ducha y nos dirigimos a la cama no sin antes darnos un beso y decirnos nuevamente lo mucho que nos queremos.

- Espera, ¿cómo vamos a dormir Juanji?

- ¿Quieres que durmamos en mi cama?, está en una esquina y podemos hacer lo que queramos, podemos dormir abrazados.

- Me encantaría volver a dormir abrazado a ti.

- A mí me encantaría volver a dormir, llevo tantos días sin pegar ojo que ya no sé qué hacer.

- Hoy vas a dormir muy rápido, ya lo verás.

Nos dirigimos a mi cama y nos acostamos abrazados el uno al otro dándonos las buenas noches.

No sabían cómo pero en cuanto habían tocado la cama se quedaron dormidos y no se despertaron hasta que sonó la canción de "Fiebre" de Bad Gyal. Después de tantos días sin hacerlo, habían conseguido dormirse sin pensar en nada.


Reescribiendo las estrellasWhere stories live. Discover now