Reescribiendo las estrellas

Capítulo XXX

POV: Juanjo

No me esperaba para nada cantar con Martin y menos que lo que tuviésemos que cantar fuese una canción de amor que nos define a los dos tan bien.

Cuando nos despedimos de Abril decidí ir a hablar con Nai y con Denna, necesitaba contarles lo que había pasado ahí dentro y lo que yo había sentido.

- Hola, ¿puedes decirle a Nai que venga?, quiero contaros algo.

Unos minutos después escuché pasos y al darme la vuelta vi a Denna y a Nai sentarse en el sofá de la terraza esperando a que yo empezase a hablar.

- ¿Qué ha pasado?, ¿estáis bien?

- Sí, estamos los dos muy bien.

- Pero

- No sé si voy a ser capaz de interpretar la canción.

- ¿Por qué maño?

- Porque me da miedo lo que pueda pensar la gente sobre nosotros.

- Juanjo nadie te va a juzgar por ser tú mismo.

- ¿Y si al exterior no le gusta ver el amor entre chicos?

- Escucha maño, ¿a ti te gusta Martin?

- Sí, él me gusta pero no sé si estoy preparado para que el exterior se entere de todo.

- Entonces que te de igual lo que piensen los demás. Se van a enterar tarde o temprano Juanjo, el exterior te quiere y te va a seguir queriendo seas como seas, no te escondas porque si te escondes es cuando no les vas a gustar. Los que nos ven quieren que seamos personas reales, no quieren que tengamos unas actitudes que no tendríamos si no nos grabasen.

- Es que no sé si voy a ser capaz de demostrarle ese amor que él me demuestra a mí porque yo nunca he mirado a nadie a los ojos, nunca he sido cariñoso con nadie.

- Con nosotras lo has sido desde el primer momento, tú eres muy cariñoso pero tienes miedo de exteriorizar los sentimientos maño. Las dos vamos a estar aquí para ti pase lo que pase, nos tienes aquí para lo que necesites, si necesitas desahogarte puedes contar con nosotras.

- Te queremos por como eres Juanjo, queremos que seas real y la gente quiere conocerte de verdad.

A estas alturas yo ya estaba llorando, por primera vez había expresado mis sentimientos delante de alguien y me alegraba que fuera delante de las chicas.

Denna y Nai me abrazaron muy fuerte mientras me decían lo orgullosas que estaban de mí.

- Estamos muy orgullosas, ¡estás llorando!

- Nunca pensé que me dirían que estaban orgullosos de que llorase.

- Estamos muy felices maño, has llorado y no ha pasado nada. Te queremos mucho.

- Eso, te amamos Juanjo.

- Yo también os quiero muchísimo chicas, gracias por estar siempre para todo.

Cuando nos separamos llegaron Paul y Lucas y estuvimos hablando durante un buen rato hasta que sonó el timbre que indicaba que era la hora de la cena.

- ¿Vamos a cenar?

- Vamos.

Cuando llegamos vi que Martin aún no estaba en la mesa y fui al vestuario a buscarlo. Cuando llegué no vi a nadie pero escuché leves murmullos que provenían del baño; no podía escuchar lo que estaban diciendo por lo que opté por tocar la puerta y esperar a que respondiese alguien.

- ¿Hay alguien?

- Sí, soy Rus. Ahora salgo.

- ¿Está Martin contigo?