Reescribiendo las estrellas

Capítulo XXXI

POV: Juanjo

- ¿Te importa si hoy dormimos separados?

En cuanto me dijo eso supe que algo no iba bien, no sabía qué le pasaba pero lo que sí sabía era que él me necesitaba, no podía dejarlo solo.

- Sí, me importa.

- Es que hoy preferiría dormir solo.

- Quiero que me cuentes lo que te pasa, sé que no estás bien y quiero que sepas que pase lo que pase no voy a juzgarte, estoy aquí.

- No me pasa nada, me he agobiado pero ya estoy bien.

- ¿Entonces por qué no quieres dormir conmigo?

- Porque necesito tiempo.

- ¿TIEMPO PARA QUÉ?

- ¡PARA VER SI ESTO VALE LA PENA!

- ¿CREES QUE LO NUESTRO NO VALE LA PENA?

- NO LO SÉ, por eso necesito tiempo.

- ¿Qué nos ha pasado Martin?, estábamos bien y de un día para otro dudas de lo que sientes.

- No dudo de lo que siento por ti pero la clase con Abril me ha hecho replantearme muchas cosas, no sé si estoy listo para empezar otra relación tan pronto.

- Te quiero como nunca he querido nadie, has tenido mucha paciencia conmigo mientras esperabas cualquier muestra de cariño, lo menos que puedo hacer yo es tener la misma paciencia contigo. Voy a demostrarte por qué la relación con tu ex no funcionó y voy a demostrarte por qué la nuestra sí que va a funcionar. Sólo con una condición.

- ¿Me vas a hacer chantaje o algo?

- Puede que sí, lo vamos viendo.

- ¿Qué quieres?

- Que duermas conmigo. Separarnos no sirve de nada, no quiero que vuelvas a colocar la barrera que tanto nos ha costado superar.

- No sé si está bien.

- ¿No sabes si está bien dormir con tu novio?

- ¿Ahora resulta que somos novios y no me he enterado?

- ¿No te lo había pedido? - dije yo mientras hacía como si pensara.

- Que yo sepa no.

En ese momento me lo llevé a nuestra cama y le cogí las dos manos para depositar un pequeño beso en cada una de ellas. Lo miré a los ojos y por primera vez vi emoción e ilusión en ellos.

- Martin, ¿quieres ser mi novio?

- No - dijo mientras se le escapaba una sonrisa.

Cuando dijo eso empecé a hacerle cosquillas mientras me hacía el enfadado, no me esperaba esa contestación pero sabía que algo estaba tramando.

- ¿Cómo que no?, serás capullo.

- No quiero ser tu novio porque quiero pasar directamente a los anillos.

Tras decir eso me quedé quieto, no sabía cómo reaccionar, él noto el impacto en mi cara y se quedó mirándome sin articular palabra.

- Era una broma Juanjo, no te pongas así.

- ...

- ¿Estás bien?

- Eres tonto.

- ¿Qué?

- Que eres muy tonto, ¿en serio era una broma?

- Sí, para aligerar el ambiente.

- Pues tengo que decirte algo.