Capítulo XLV

1K 62 3
                                    

POV: Juanjo

- Creo que por hoy ya es suficiente de confesiones vergonzosas, ¿no crees? -respondí con una sonrisa, disfrutando de la complicidad que compartíamos.

Martin rió suavemente, acercándose más a mí en el sofá - Sí, supongo que tienes razón. Pero antes de que nos quedemos dormidos aquí, ¿te gustaría que preparara algo para comer?

- ¡Claro! -respondí emocionado ante la idea de compartir una cena nocturna juntos. Nos levantamos del sofá y nos dirigimos a la cocina, compartiendo risas y miradas cómplices en el camino.

Mientras Martin preparaba los tazones de yogur, no pude evitar acercarme a él por detrás y envolverlo en un abrazo afectuoso. Su risa resonó en la cocina mientras se dejaba abrazar, y supe en ese momento que no había ningún otro lugar en el mundo donde quisiera estar más que junto a él.

- Te quiero, Martin -murmuré contra su cuello, disfrutando de la calidez de su piel bajo mis manos.

- Y yo a ti, Juanjo -respondió, girándose para envolverme en un abrazo aún más apretado.

Nos quedamos allí, perdidos en el calor reconfortante del otro, compartiendo el silencio cómodo de dos personas que se comprendían sin necesidad de palabras. Y en ese momento, supe que no importaba lo que el futuro nos deparara, siempre nos tendríamos el uno al otro para enfrentar cualquier desafío que se cruzara en nuestro camino.

Con nuestros tazones de yogur en mano, nos dirigimos de vuelta al sofá, listos para disfrutar de nuestro postre nocturno mientras compartíamos más risas y conversaciones. Y aunque sabía que el camino por delante sería difícil, me sentí reconfortado al saber que tenía a Martin a mi lado, y que juntos, podríamos superar cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino fuera de la academia.

Continuamos disfrutando del yogur en el sofá, compartiendo anécdotas y risas mientras el tiempo parecía detenerse a nuestro alrededor. Cada momento junto a Martin se sentía como un regalo, una pausa en medio de la intensidad y el estrés del concurso en la academia.

- ¿Sabes, Juanjo? -dijo Martin con una sonrisa juguetona mientras tomaba otro bocado de yogur- A veces me pregunto qué habría sido de nosotros si no nos hubiéramos conocido aquí.

Su comentario me hizo reflexionar, llevándome a un lugar donde había estado muchas veces en mis pensamientos más profundos. - Creo que el destino nos habría encontrado de todas formas, Martin. Estamos destinados a estar juntos, ¿no crees?

Martin asintió, su mirada encontrando la mía con una intensidad que me hizo temblar de emoción. - Sí, lo creo. No importa cómo o dónde nos encontramos, al final siempre terminamos aquí, juntos.

Nos quedamos en silencio por un momento, dejando que la verdad de esas palabras se hundiera en nuestros corazones. No importaba cuántos obstáculos se interpusieran en nuestro camino, estábamos unidos por algo más grande que nosotros mismos, algo que ni siquiera podíamos entender completamente.

- Juanjo, ¿crees que podremos seguir así una vez que terminemos en la academia? -preguntó Martin, rompiendo el silencio con una pregunta que pesaba en ambos corazones.

Mi expresión se suavizó mientras tomaba su mano con ternura. - No lo sé con certeza, Martin. Pero lo que sí sé es que haré todo lo posible para que estemos juntos, pase lo que pase.

Su mano apretó la mía con fuerza, como si tratara de aferrarse a mí con todas sus fuerzas. - Yo también, Juanjo. Haré cualquier cosa por estar a tu lado.

Nos quedamos así, unidos en un silencio compartido que hablaba más que mil palabras. Sabíamos que el futuro era incierto, pero mientras estuviéramos juntos, podíamos enfrentarlo todo con valentía y determinación.

Reescribiendo las estrellasWhere stories live. Discover now