11

41.7K 2.5K 40
                                    

Siento que el capítulo sea jodidamente corto, sí llega a seis votos, le subo una mucho más largo, ¡dos capítulos por día! Así que voten y comenten. Los amooo mucho, y ah, sí quiero mandarle un saludito @MrsRaws; Antto, te amoooooo


Sus manos se movían sobre mi cabello, enredándolo, acariciándolo y peinándolo como él quisiera. Supongo que se sentía bien, se sentía bien alguien con que hablar sobre tus problemas, alguien con quien puedas llorar y sentirte libre, alguien que no te juzgue, al fin y al cabo, tenía a alguien. Mis brazos estaban sanando, que era buena señal de que ya no estoy sola, pero aún lo seguía haciendo, sonrío con más seguimiento y todas esas cosas. Cerré los ojos, ante el masaje que él me estaba dando, era bastante bueno. Me separé de Harry y él arrugó el ceño, le hice una señal para que se acostara en mis piernas y él asintió, obedeciéndome. Tomé un pequeño rulo y lo enrosqué con mi dedo, era suave y sedoso, se sentía bien. Lo miré bien: sus ojos eran de un verde jade hermoso, en su ceja derecha estaba perforada con un persing, al igual que su labio, su nariz era respingada y perfecta, y tenía una boca roja y húmeda.

―¿Te gusta lo que ves? ―enarcó su ceja y reí, mientras negaba con la cabeza. Sí me gustaba, pero no se lo diría ―¿Quieres ir a un lugar?

―Aún no ―dije suspirando. Repito, se sentía bien estar así con él: todo relajado, tranquilo. Su respiración acompañada con la mía, sus ojos mirándome fijamente y respirando su aroma ―Tengo mucha flojera.

―Mmh ―tatareó, mordiendo su labio ―Conozco un lugar, todo el mundo va ahí, ¡es genial! Ángel, tenemos que ir, si o si.

―No iré a ninguna fiesta ―rodé los ojos ante mi idea: yo, aburrida, sin nadie con quien bailar, y seguramente Harry coqueteando con alguna chica con gran trasero y grandes tetas. Sabía que Harry no era así, pero la idea de verlo con otra persona, hacía que mi estomago diera vueltas ―No he ido hace años, no quiero que sea ahora.

―No te obligaré a nada, nena ―luchaba para que mi rubor no se expandiera por mis mejillas ―Quería ir a la playa, en las noches todos bailan y cantan, todo muy bien, ¿vamos? ¡Podemos hasta bañarnos en el mar!

―No está mal ―me encogí de hombros, sin dejar de tocar sus rulos ―¡Pero si me dejas por una chica, te corto las bolas!

―Uy, no -hizo una mueca bastante graciosa. Reí con fuerza, y de un momento a otro, nadie podría pararnos ―Me encanta saber que te hago reír.

Give me love |Book One.Where stories live. Discover now