Give me love |Book One.

37

Sólo no me maten, oki, el cap es muy empalagoso (?

 

With love, Kiana.

¿Porqué todo me pasaba a mí? ¿Qué no podía ser feliz? ¿no podría vivir en paz jamás? Al parecer. Dylan pasaba su mano arrítmicamente por mi espalda, tratando de calmarme, pero nada podía hacerlo. Luke me miró como sí no pudiera creerlo, abrió la boca, pero luego la cerró de forma abrupta, casi brusca. Eddie había ido por unos cafés, el doc también, y Grecia estaba a punto de llegar, con Louis, aunque no nos veíamos mucho en persona, platicábamos por mensajes o chat. Harry simplemente era el amor de mi vida, el único chico en mi vida que supo manejar todos mis problemas, con ellos o sin ellos. Apreté mis labios, viendo como Dylan me daba una sonrisa amable, pero igualmente rota, era un chico realmente lindo, y aparte de guapo, me trataba muy bien.

—Ya verás que todo pasará —me susurró Dylan, sin dejar de hacer esos suaves movimientos en mi espalda. Sonreí con pereza, sin ser una sonrisa realmente, y cerré los ojos para dejar de llorar tan fuerte, sólo era un intento, sólo era eso —Creo que... umhh, H-Harry es la persona más apasionada que vi jamás, en serio. Cuando lloró por ti, repetía todo el tiempo lo mucho que te amaba, lo bonita que eras, y lo mucho que quería verte. Kage... él es un chico realmente lindo, supongo, que aún sigues con esos problemas. Y, cuando estés triste, sólo piensa que él es feliz sólo por que tú existes. Te ama, linda. Absolutamente.

—Yo c-creo lo mismo, Dylan —mi voz salió quebrada, pero no me importó. Pude ver por el rabillo del ojos como Luke sonreía feliz y satisfecho, al mismo tiempo que el señor Jonas y Eddie aparecían por el pasillos por arte de magia, con una sonrisa floja y reconfortante a la vez. No les sonreí, no pude hacerlo, todo era difícil en ese momento. Sentí una mano en mi hombro, y volteé rápidamente a ver quien era: Grecia, y a su lado, Louis.

—Sabemos por lo que pasas, pequeña —habló Louis, con su chistosa voz aguda, arrugué la nariz con cautela, porque me daba risa, sólo un poco, su voz. Entrecerré los ojos y formé una sonrisa incompleta a causa de la tristeza que llevaba dentro, un poco de bipolaridad me acompañaba. Grecia tomó un mechón rubio de mi pelo y lo enrolló en su dedo —Aunque no lo creas, Harry es buen amigo mío, sé por lo que estás pasando.

—Yo jamás podría soportar algo como tú lo haces, chica —reí, pero mi voz sonó más nasal que nunca, lo que me hizo reír más y Grecia sonrió satisfecha —Cuéntame qué ha pasado entre tú y Harry en las últimas semanas. ¿Ya al fin son novios? Porque la última vez que te vi te morías por él, tú siempre decía lo guapo que él era...

—Lo hicimos —la corté a tope, y abrió los ojos como dos grandes huevos, sorprendida a más no poder. Ella abrió la boca para hablar, pero la cerró abruptamente, ahogando un grito agudo, como la voz de Louis —Y-Yo soy su novia, Gree, lo amo tanto. N-no quiero saber sí él me llega a faltar, no lo quiero saber. É-él es mi todo en éste mundo, es la persona más perfecta que jamás pudieras conocer, es lo mismo que tú sientes por Louis. Lo quiero mucho, l-lo necesito.

—Familiares del joven Styles —volteé rápidamente, casi inhumana. Corrí con torpes pasos hacia el señor canoso que mantenía unos lentes en el puente de su nariz, y mirando el papel en sus manos. Las lágrimas de impotencia se hicieron presentes, Luke me abrazó y besó mi frente, esperando la respuesta del doctor.

—¿C-como está H-H-Harry, doctor? —tartamudeé repetidas veces, pero finalmente pude completar aquella pregunta que rondaba en mi cabeza desde hace unas horas. Miré al rubio y él sólo mordió su labio, esperando que la respuesta fuera la mejor del mundo, que fuera un maravilloso milagro de Dios, que él estaba bien.

—Y-yo lo siento mucho —dijo y mi mundo se cayó a pedazos. Luke y yo nos partimos a llorar, mientras que a Eddie, Grecia, Louis, Dylan y el Doc se mordían los labios para no llorar. No sé que va a pasar ahora, no sé que va a pasar con Robin, ni con Luke, ni conmigo. Todos esos momentos quedarán guardados en mi memoria. Por siempre y para siempre. Con el corazón hecho pedazos, luché para ver por el encima del hombro de Luke —É-Él perdió mucha sangre, era imposible salvarlo. Sus últimas palabras fueron: Yo la amo, y ella me dio tanto amor, que no supe que hacer con él.

 

Sin ti no soy nada, y ahora, soy mucho menos.