22

38.7K 2.2K 103
                                    

Holuuuu (? ¿Cómo están? Bien, haremos lo siguiente, yo les pongo un reto y ustedes lo hacen, así mantenemos un vínculo de escritora a lectora (? Espero que disfruten este capítulo. ¡OH POR DIOS, ESTOY TAN FELIZ! LLEGAMOS A LOS 70 VOTOS EN EL ANTERIOR CAPÍTULO. No puedo describir lo increíble que me siento, aparte, que me dejan sus amadas biblias, las amo con todo mi corazón, en serio.

Reto: Les reto a escribir una biblia, votar y decir su canción favorita de Midnight Memories, la que sea también la mía, le dedico un capítulo, okay?

Con muchísimo amor, K. 

Suspiré llegando a mi casa, había pasado horas desde que visité a Kage, las enfermeras me habían obligado a dejarla ahí, ya que las horas de visita habían expirado. Aparte de verla, necesitaba respuesta, ¿porque? por que no sabía que sentía por ella, eso me desesperaba, demasiado diría yo. Lo más probable era que la quería de verdad, aunque yo no quisiera aceptarlo, lo sentía, sentía como me oprimía el pecho, o como sentía cosas en el estómago cuando la abrazaba, hablaba con ella, o la besaba. Tiré las llaves de forma brusca, soltando un gruñido enojado, al mismo tiempo que me dejaba caer sin importar nada. Mis ojos se cerraban, mis parpados me pesaban y tenía unas ojeras realmente horribles, debido a que me había quedado a dormir con Kage la noche anterior. El celular sonó fuertemente, abrí los ojos a tope y me caí de el sofá, golpeándome el brazo: gruñí tomando el artefacto en mis manos y apretando la pantalla táctil para poder hablar con la persona que interrumpió mi sueño: Luke.

—¿Ahora qué, Luke? —le reproché con pereza, pude casi percibir su sonrisa, pero estaba equivocado, una risa apareció en vez de un ésta. Me senté en el sofá correctamente y tomé mi cara entre mis manos y la restregué hasta que desapareciera un poco el sueño.

—Oh, sí, yo estoy muy bien, gracias por preguntar, eres tan buen amigo —el sarcasmo se hacía presente en su voz, rodé lo ojos con irritación y al momento que iba a cortar, prosiguió como si nada pasara —¿Cómo estás?

—Estaba —corregí, bostecé y me estiré —Estaba dormido, gracias rubio. Por cierto, ¿no tienes nada que hacer?

—Ummh, de hecho, no —reí cerrando los ojos —Estaba en el hospital, entonces, llegó el doctor, mmh, no recuerdo como se llamaba, y me dijo: ¡Kage despertó! Yo sonreí y la fui a ver, me preguntó por ti... ah, tal vez para eso te llamé, se me había olvidado, lo siento.

—¡Eres un idiota! —exclamé parándome del sofá a una velocidad, que ni yo sabía que tenía. Corrí hasta la puerta y la abrí apresurado, el sueño se había ido y mis sentidos estaban a flor de piel —¡Te veo en el hospital, no tardes!

(...)

—Pensé que jamás despertarías... —murmuré acariciando su mano pálida, formó una triste sonrisa a medias y suspiré —Nunca me asusté tanto en mi vida, por dios —reí mientras veía como ella de nuevo hacía una sonrisa chueca —Quiero que sepas que no estoy enojado contigo.

—¿Ah no? —podía percibir la esperanza en su voz, sonreí asintiendo y al fin ella lo hizo también —Pensé que estabas enojado por lo que hice, pensé que no querías volver a hablarme, o que ni siquiera te mirara.

—Nena, ni aunque me rompas el corazón de la maneras más cruel, jamás dejaré de quererte —le dije. Una oleada de calor me traspasó por el cuerpo cuando vi que sonreír, así que yo también lo hice —Oh por dios, Ángel, eres... -

—¿Estuviste llorando por mí? —de nuevo la esperanza en su voz, asentí con un toque de vergüenza y ella sonrió débilmente, apenas mostrando su hilera de dientes —Eso me hace sentir especial, ¿sabes? Ningún chico ha llorado por mí.

—Eres especial, nena —la miré a los ojos, sus pequeñas mejillas pálidas, tomaron color, un color rojo. Reí besando su mano, una enfermera atravesó la puerta de la habitación y me hizo una mueca para que me fuera de allí, mi hora de visita había acabado —Bueno, parece que me tengo que ir, ¡te veré en unas horas más! Recuerda que dormiré contigo, ponte cómoda y cualquier cosa que necesites, házmelo saber, ¿bien?

Asintió sonriendo, al igual que yo, salí de ahí, encontrándome con Luke y su sonrisa gigante. Palmeó mi espalda con amabilidad, empezamos a caminar hacia la salida, y nos dirigíamos hacia el coche. Ya ahí, Luke subió a él y supe que era momento de hablarme.

—¿Y bien? ¿Qué pasó? —alzó las cejas en forma pícara, esperando un respuesta sucia. Le pegué un codazo suave y se quejó frotándoselo.

—Quiero a Kage...

—No me digas qué... —hubo preocupación al hablar, asentí casi al unísono y su boca se abrió, al igual que sus ojos se pusieron de plato.

—C-creo que estoy enamorado de Kage.

Give me love |Book One.Where stories live. Discover now