7

435 22 1
                                    

7

Rayos…en serio detesto esto…me gusta como está mi cabello, pero lo del maquillaje y la sensualidad no es lo mío.

Luego de probarme todo elegí los jeans grises, los stiletto animal print con la suela fucsia, el top con tirantes rosa que si lo taraba hacia abajo enseñaba mis pechos por arriba, y si lo subía enseñaba mis pechos por abajo…gracias a Dios era muy ajustado por lo que no se movería, tomé la chaqueta de cuero cuando faltaban minutos para las 9 y luego de maquillarme como nunca, salí en busca de mi hermana.

-wowww!!!-grito Elen- así que la ropa de monja escondía ese cuerpazo debajo!!!!-decía dando saltitos.

-no empieces como Kyara, no tengo animo, siento que tengo la cara embarrada, olvidaré el maquillaje y me fregaré los ojos y seré un desastre, me duelen los pies y solo he caminado unos metros, apenas respiro con los jeans, y de seguro cuando termine la noche acabare tirada en el piso con una pierna rota por culpa de estos tremendos zapatos, con los jeans reventados y la cara toda corrida…..seré un desastre-dije pesarosa.

-bueno, solo será volver a tu estado desastrosamente natural-dijo con cara de risa-eres hermosa Claudia, siempre lo has sido, tente un poco de confianza, aunque sea por los 17 días que te quedan, después veras que siempre fuiste todo lo que te dijimos que eras, espero en serio que lo logres, eres hermosa, joven, alegre, muy divertida, trabajas muchísimo y tienes mas prestigio en tu campo laboral que muchos que llevan años en eso, vamos, cara feliz?? Y trasero sexy?? Por mi??- dijo con su cara de perrito desvalido.

-OK, OK, prometo intentarlo-sonreí.

-eso es todo lo que quería escuchar.

Su teléfono timbro, me obligó a salir corriendo y subimos al taxi que esperaba afuera con sus amigas, Bree y Jackie, un par de chefs que conocía de su época de repostera cuando llego a new York, quienes tenían un pequeño restaurant en el este de Manhattan.

Luego de las presentaciones, reímos un rato con algunas historias que ellas tenían de los tiempos de soltera de mi hermana, y una que otra aventura que no quisieron poner con fecha ya que mostraban las locuras de Elen.

Reímos de buena gana en el taxi por el trayecto de casi 40 minutos desde Manhattan a Brooklyn.

Llegamos al bar favorito de las chicas, el Glasslands Gallery, les encantaba, había música en vivo, a veces una que otra banda famosa tocaba en el local y además Jorge, un súper sexy mesero de Puerto Rico las atendía como diosas.

El lugar era bastante amplio, la barra recorría casi desde la entrada hasta el fondo del lugar, al final había un escenario y a unos dos metros del escenario una baranda que cumplía la función de barra y de separación de los clientes con los músicos, y por muy amplio que fuera el lugar estaba más bien lleno.

En la entrada había una larga fila, pero al parecer las chicas eran de casa porque nos dejaron entrar apenas nos acercamos a la puerta.

Entramos, música suave y diferentes conversaciones llenaban el aire, busque con la mirada un lugar para sentarnos, pero lo poco que había estaba ocupado, mi hermana dio un grito cuando se encontró con Jorge, quien si era muy muy sexy.

Nos acomodó en la barra frente al escenario.

-bien mamis, se quedan acá, escuché que vendrá una banda muy conocida, “Oblivion” , así que esto se va a poner loco pronto-sonrió y me guiñó un ojo- así veras a los músicos mami.

Las chicas reían, de a poco se empezó a repletar el lugar, apenas y nos podíamos mover, Jorge nos trajo lo que le pedimos por el otro lado de la barra junto al escenario, los tragos estaban buenos, el ambiente se sentía bien, y luego de 3 chupitos, ya estaba feliz y relajada.

Se encendió la luz del escenario al mismo tiempo en que se detuvo la música, un hombre entró, de color, alto y de aspecto agradable, habló un momento de lo bueno de la noche y el público, y luego pasó a presentar a la banda que se presentaría, lo grandiosos que eran “Oblivion” con su segundo álbum y cosas de la banda, entre que el hablaba Bree estaba muy pasada, ya eran las 3:20 de la mañana, había estado bebiendo por horas, Elen llamó a Jorge mientras Jackie intentaba mantener derecha a Bree, Jorge nos alcanzó en el instante en que se acercaban los músicos, miraba a las chicas, en realidad no me preocupaba la banda, cuando Jorge nos entregó la cuenta Elen le dejo una cariñosa propina….levanté la vista….y sobre el escenario… el extraño me miraba con los ojos más azules y encendidos que en mis sueños.

El azul de sus ojosKde žijí příběhy. Začni objevovat