53

224 10 0
                                    

53

La mañana llegó con temperaturas altísimas, no había que ir hoy al estudio de grabación, ya que trabajarían en las mezclas, me vestí con mi ropa de ejercicio, preparé el desayuno, Adam bajó a eso de las 11 a desayunar.

-mmm….esos pantalones tan ajustados….te ves hermosa.

-gracias..desayuno y gimnasio?

-desayuno, gimnasio y cama??

-tienes sueño aun?

-pues no…dormir no es lo que tengo en mente.

Me sonrojé, subí a cepillarme los dientes, Adam se puso su ropa deportiva y bajamos al piso 10 donde había un gimnasio completo.

Trotadora, spining, elíptica, algo de maquinas para concluir con repeticiones en las pesas. Me fui un momento al sauna, me puse mi sudadera y subí al apartamento, pensaba darme una ducha pero sonó el intercomunicador.

-si?

-señorita Becker, buenas tardes, habla Lourdes de cocina, que ordenaran de almuerzo?-vi la hora, 12:35.

-que hay Lourdes?

-bueno, no hay un menú, usted ordena nada más.

-aaaa….y usted que me sugiere?

-pues que ordene algo-me dio ataque de risa-esta bien, esta bien señorita Becker, le parece si ordena lo que ordena habitualmente el señor Sebasthian Loth?

-y que ordena habitualmente?

-consomé de champiñón, guiso de calabaza con alcaparras y trufas, alcachofas y de postre frutas de la temporada, acompañado de vino blanco.

-perfecto, todo eso para 2 pero sin vino blanco, con frutas y jugo natural.

-muy bien, a que hora?

-a las 2 sería perfecto Lourdes, gracias.

Colgué el intercomunicador y desde la puerta Adam me miraba con sus ojos aleonados encendidos.

-intentas escapar de mi?

-mmmm….si intentara escapar no habría venido al apartamento….ordené el almuerzo-sonreí mientras me quitaba la sudadera.

-si? A que hora?-instintivamente comencé a retroceder.

-a las 2.

-mmm…faltan 10 minutos para las 1…..perfecto.

Continué retrocediendo, me quité las zapatillas y los calcetines, cada paso que daba, Adam daba 2. Sin pensarlo mucho salí corriendo hacia la habitación de televisión, Adam detrás de mí lo esquivé con el sofá, el de un lado, yo del otro Adam, saltó por encima del sofá mientras corría afuera, subí la escalera y me escondí en el estudio.

-sal sal de donde quiera que estés…..

Escondida debajo del escritorio podía oír los pasos de Adam en la habitación contigua, luego fuera del estudio en las habitaciones que estaban mas allá, oí como subía a su habitación, nuevamente la escalera y ya no escuché nada más. Salí de mi escondite en total silencio, atenta para saber donde estaría, de pronto una sombra tras de mi, se abrió la ventana corrediza del estudio y Adam se abalanzó sobre mi. Sus manos en todas partes, quitando mi top, bajando mi pantalones, dejándome solo con el sujetador sobre el escritorio, sus manos arrancando mis pechos por entre el sujetador, sus piernas entre las mías, el entrando en mi con fuerza y deseo. No lograba entender el deseo, mientras mas recibía mas era lo que necesitaba, su cuerpo, su aroma, su cabello largo tocando mi pecho. Sus caderas estrechas, el movimiento de estas. El sol entraba a raudales por las ventanas abiertas, nuestro sudor se mezclaba y mis manos nuevamente lo arañaban, mis dientes lo mordían y mi boca gritaba fuera de control hasta la estreches máxima, el y yo, nada mas.

Tendidos sobre el escritorio el timbre sonaba, Adam medio se vistió, subí a la habitación y tomé un baño, me puse el bañador nuevo y sobre el los short de mezclilla y una sudadera blanca de Adam con un nudo en la cintura, sandalias. Adam llegó a la habitación cubriéndome de besos.

-ve a darte un baño amor.

-apesto?

-si y mucho-se quitó la ropa sonriente y se metió al cuarto de baño.

Bajé Adam tenia todo ordenado para almorzar en el comedor, me senté y revisé algunas notificaciones de mi teléfono, fui a la terraza, me quité el short y la polera y me tomé algunas fotos con el bañador junto a la piscina, estaba intentando tomar alguna buena foto cuando Adam apareció, me miro sorprendido y luego se perdió de una carrera entrando al apartamento. Cuando volvió traía sus bermudas azul claro , gafas de sol y una cámara fotográfica, yo que aún intentaba tomarme fotos lo miré divertida.

-bien, ponte por allá-señaló Adam.

Me tomó mil fotos, con la lengua afuera, muerta de risa, en el borde de la piscina, apuntando al cielo. Puso la cámara sobre una reposera y esta empezó a disparar fotos de ambos, le quité las gafas y jugué con ellas, abrazándolo, besándolo. Tomó la cámara en una mano y obturó muchas veces.

Entramos y almorzamos mirando las fotos, eligiendo algunas y subiéndolas a nuestras redes sociales, cada uno comentando en el muro del otro.

Pasamos la tarde en la piscina y el jacuzzi, descansando del día extenuante de trabajo en el estudio, a eso de las 8 salimos a cenar fuera y luego al “Pacha”, llegamos al apartamento a las 4 de la madrugada.

El azul de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora