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Desperté alrededor de las 7, si bien moría de sueño, consideré mejor aprovechar lo que me quedaba aquí, y dormir en las 11 horas de vuelo que me tomaría llegar a Chile. Me di un baño, me vestí con jeans y un top que había quedado en lo de Elen, mi ropa gruesa estaba en mis maletas en casa de Adam, pero no importaba, ya que el vendría y vería que ropa llevaría en mi bolso de mano para cambiarme en el avión y llegar abrigada a Santiago, ya que en pleno Julio el invierno arrecia por mis tierras. Tomé desayuno tranquila, un mensaje de Adam.

“surgió algo, debo conversar con alguien a eso de las 9, espero no sea mucho, para pronto ir contigo..te amo”

Tomé mi cabello en un moño alto y disfruté el poco tiempo restante con mi hermana. El tiempo volaba, alrededor de las 11:20 me preocupé y tomé mi teléfono para llamar a Adam, quien no contestó, insistí unas 10 veces y nada. Nada , mensajes sin respuesta, sin entender aun que sucedía ayudé a Elen con el almuerzo. Cuando eran las 12:45 sonó el timbre de la puerta, dejé lo que hacía y fui a abrir, de seguro Adam llegaba. Al abrir la puerta Tyron esperaba allí, el chofer que me acompañó a hacer el mercado hace unos días.

-Tyron?

-señorita Becker, el señor Loth envía su equipaje, donde lo pongo?

-Adam no viene??-dije mirando a la calle, empinándome para tener una vista mas completa.

-no, algo surgió, no se puede presentar, me envió a mi, donde dejo el equipaje?

-pero viene mas tarde?

-no lo se señorita Becker, solo se que debo traer su equipaje, lo lamento.

Quedé en silencio, tratando de entender que sucedía, pero no lograba hacerlo, nuevamente tomé mi teléfono y le marqué a Adam mientras le señalaba a Tyron donde dejar mis maletas. Nada, el teléfono timbraba pero el no lo atendía. Sin pensarlo mucho corrí a mi habitación y traje las llaves del apartamento de Adam.

-voy contigo Tyron.

-disculpe señorita Becker?-dijo Tyron cerrando el porta equipaje.

-que voy contigo, necesito entregarle las llaves del apartamento a Adam.

-si usted gusta, yo se las llevo, no es necesario que vaya hasta allá-Tyron no sabía nada, o me escondía algo.

-lo lamento Tyron, pero prefiero entregárselas en sus manos si no te molesta.

-como quiera señorita Becker.

Cerré la puerta de la casa de Elen y me subí al coche negro del Escalade, nos demoramos unos 25 minutos en llegar. Apenas el coche se detuvo me bajé disparada al ascensor, lejos de la mirada de Malcom que estaba en el recibidor, pulsé el botón y subí, llegue al corredor, puse las llaves en la puerta.

Adam de pie apoyado contra el ventanal, caminé hacia el cuando la vi. Krysstal sentada en mi sofá, el sofá que yo escogí para Adam.

-que haces tu acá?-me preguntó, Adam se volvió hacia mi, dolor indecible en sus ojos.

-este es el apartamento de mi novio, puedo venir cuando quiera-los ojos de Adam me encontraron por unos segundos, luego fríos y duros se fueron al suelo a continuar sufriendo.

-bueno, las cosas cambiarán un poco-respondió Krysstal.

Ignorando su voz, odiando su presencia porque de alguna forma presentí que ella era la culpable en la tristeza de Adam, caminé hacia el.

-Adam…que sucede?-el no me respondía.

-quieres que te cuente yo?-habló Krysstal.

-cállate Krysstal-bramó Adam.

-porque? Acaso no tiene derecho de saber?

-de saber que?-pregunté mirando a Adam, pero el seguía ignorándome- saber que??!!

El silenció se apoderaba de la habitación, la risa en los ojos de Krysstal me advirtió de algo, pero no pude adivinar.

-Dios Krysstal, me puedes decir que pasa, porque no entiendo nada.

-bueno querida, te explico, estoy embarazada.

La miré, sin entender, sin querer entender, sin siquiera querer pensarlo.

-felicidades-dije-Adam…porque estas así….no entiendo

-porque estoy embarazada….de el.

El mundo se partió a la mitad, de pronto sentí que me estaba hundiendo, que mi cuerpo entero se cubría de frío y obscuridad.

-como??

-que estoy esperando un hijo de Adam Claudia.

Quise ser objetiva, quise creer que era un engaño.

-pero ustedes……nunca…..Adam??

-recuerdo haberme ido de una fiesta con Vanessa, y desperté en el hotel con Krysstal…….

-pero tu usabas siempre preservativo!!

-bueno, eso no lo detuvo-respondió Krysstal.

Intenté enfriar mi mente, no importaba, si bien cambiarían algunas cosas, podríamos seguir con nuestros planes, al fin de cuentas fue antes de estar conmigo.

-cuanto tienes?

-10 semanas.

-hace cuanto lo sabes?

-ayer por la tarde lo supe, intenté llamar a Adam pero no contestaba.

-como te enteraste ayer si tienes 10 semanas de embarazo? Que no sabes contar o eres retrasada??.

-Claudia, no le hables así- me detuvo Adam.

-que?! Ahora la defiendes?!-grité.

-déjala si??…esta embarazada-me respondió, con frío he indiferencia en sus ojos.

-cuando te harás un ADN?-pregunté a Krysstal.

-nada hasta que nazca el bebé.

-me estas diciendo que en cuanto….en 30 semanas mas sabrás si es de Adam o no?

-yo estoy segura que es de el, no he estado con nadie mas hace mucho tiempo-respondió segura.

-dejemos esto si?, el hijo es de ella, debo esperar al ADN, si es mi hijo no quedará sin un padre.

-seguro, pero no tienes que dejar que esto cambie tu vida o arruine tus planes.

-Claudia…..esto no es tu problema, no te metas…..no tienes un avión que tomar?-me dijo Adam.

El frío en esa frase, en sus ojos, así de pronto, sentí que ya no tenía un corazón, porque este se había caído, destrozado en mil pedazos a los pies de ese Adam que ahora desconocía. La cara de triunfo en Krysstal era insoportable, jugó sus cartas, pero era Adam quien la dejó ganar, el prefirió cerrarme a mi la puerta de su vida.

Dejé las llaves en la mesa junto a la puerta y me fui. Tyron me esperaba abajo, al ver que no lloraba se ofreció a llevarme de regreso a casa de Elen. El camino se me hizo eterno.

A las 2 de la tarde subí mis cosas al taxi que esperaba afuera, Elen no entendía nada, yo simplemente no quise hablar, puse en mi bolso las zapatillas, una camiseta manga larga, un sweeter y mi chaqueta de cuero, junto a un pañuelo blanco. Me fui al aeropuerto en completo silencio.

A las 5 abordé el avión que me llevaría de regreso a Chile.

El azul de sus ojosWhere stories live. Discover now