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-y ahora que??-me dijo divertido.

-que de que??

-vamos a la piscina??

-de acuerdo, te cambias??

-si, dame un segundo-levantó la camiseta por sobre su cabeza, se quitó los pantalones de chandal, casi me dio un infarto cuando noté que bajo los pantalones usaba un bañador azul claro, se quitó las zapatillas y estaba listo.

-bien, ahora es mi turno.

-tu turno de que?-dije sorprendida.

-de ver como te cambias-dijo guiñando un ojo.

Me lancé sobre el-tu no me verás, no me verás-decía intentando hacerle cosquillas, mis intentos murieron cuando puse mis manos sobre el, su pecho y abdomen esculpido, precioso, perfecto, unos tatuajes completaban su cuerpo, unas letras justo sobre la clavícula, y mis manos apoyadas ambas palmas sobre su pecho. Con el dedo índice empecé a dibujar sus líneas, haciendo círculos alrededor de su vientre, bajo mis manos sus músculos se tensaban, sus manos fueron a mi espalda y recorrió con la punta de sus dedos el espacio bajo mi cuello, descendiendo por la columna hasta la curva de mi cintura. Y ahora todo era diferente, todo, porque yo quería esto, necesitaba esto, anhelaba su cuerpo, sus manos su todo. Esa hambre oculta, esa necesidad insistente no se había apagado, solo descansaba en mi hasta tener a Adam cerca y entonces me atacaba aún con mas fuerza. Tomó mi rostro entre sus manos.

-vamos, cámbiate, la piscina espera- pude ver la lucha en sus ojos, como el también deseaba esto, este contacto, pero valoré tanto que se detuviera, que me obligué a mi misma a obedecer.

-de acuerdo.

Caminé a mi habitación, el venía tras de mi, cogí el bañador salmón del armario y me dirigí al baño, Adam se sentó en mi cama.

Cerré la puerta del baño tras de mi, dejé el bañador sobre el amplio mueble del lavabo, me quité mi ropa, la polera de amplios hombros, jeans y demás, había olvidado los short que me pondría sobre el bañador, pero de seguro Adam ya no estaría cuando saliera, así que lo buscaría. Me acomodé el bañador, orgullosa de mi misma, de lo bien que me sentaba….. al llegar a santiago cubriría de besos a Kyara, en realidad la amaba por ayudarme y obligarme a tener un cuerpo tonificado.

Al abrir la puerta unos azules, perfectos y poderosos ojos azules recorrieron desde mi rostro a mis pies, subiendo y bajando tantas veces. Note como su mandíbula se tensaba, como abría su boca para respirar el aire que le hacia falta, los músculos de sus brazos y abdomen apretados, sus ojos a mi busto, mis caderas, mi vientre y luego a mis ojos y boca sin apartarse de ella se puso de pie y caminó hacia mi. Se detuvo a unos centímetros de distancia, sus manos a mi rostro.

-tienes alguna idea de lo perfecta y deseable que te ves en ese bañador??.

Sonreí, me sentí plena, no solo me encontraba hermosa, si no también me deseaba, Adam me deseaba!!! A mi!!! Adam el hombre mas sexy y apuesto que alguna vez caminara sobre la tierra!!!.

Me besó tan suave, casi con adoración , continuó besándome y yo a el, sus manos no se movían de mi rostro.

-tengo miedo….-dijo.

-miedo?? De que amor??

-miedo de esto, es….es…tan perfecto, yo….yo no solo considero que seas hermosa y dulce y maravillosa y perfecta Claudia, esto…. Yo nunca he sentido esto.

El azul de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora