0 1 - Te arrancaste el ojo

37.4K 2.1K 630
                                    


—¡Carajo! Se me dio vuelta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Carajo! Se me dio vuelta. —Me giro a mirarlo y siento que quiero asesinarlo—. ¡Ayúdame! ¡Duele!

Suelto un suspiro. ¿Cómo puede ser que después de años usando lentes de contacto aún batalle al ponérselos? Termino de atar mi cabello con rapidez. Todavía falta que me ponga el millar de horquillas que sujetan mis mechonesrebeldes.

—A ver... ¡quédate quieto! —le grito para que aparte las manos de sus ojos—. En serio. Se te metió debajo del párpado. Eres un imbé...

No puedo continuar la frase. Ver los ojos llorosos de Brolin y las lágrimas que caen por sus mejillas me afectan: la maldita empatía, que aparece cuando veo el llanto de otras personas, me ataca. Mis ojos se empiezan a aguar, tengo que parpadear con rapidez: no quiero que se me corra el maquillaje.

Tomo aire. Con las yemas de mis dedos le levanto el párpado y con suaves movimientos trato de enderezar la lentilla. Lo hago con delicadeza, no quiero lastimarlo. Temo rasguñarlo con mis uñas, ayer fui a que me las esculpieran. Luego de unos críticos segundos, consigo mi cometido: el lente se da vuelta y se desliza hasta quedar en su posición. Aparto mis manos de él y vuelvo a suspirar, pero esta vez por el alivio.

—Vibsha —chilla, alargando la A de aquel estúpido apodo, mientras parpadea como un desquiciado—. ¡Me salvaste! ¿Ves por qué odio usar estas mierdas?

Me abraza. Huele a naranjas y chocolate. Saboreo por un instante, pero frunzo mi ceño. Me da asco. Es la culpa de los estúpidos caramelos que está promocionando. Lo miro a los ojos y me devuelve una mirada felina. Literalmente. Porque sus lentes de contacto simulan ser como los ojos de un gato. Toma un pañuelo descartable y se seca el lagrimal. Niego con mi cabeza y continúo arreglándome sin prestarle mayor atención.

—Será mejor que nos apuremos. No puedo quedarme mucho tiempo hoy. Tengo que volver al colegio.

—¿Es necesario que vayas? —comenta con fastidio. Sé que le molesta apresurar estos asuntos. Aprecio que no me lo diga con claridad. Todo resulta menos incómodo.

—Sep. Soy menor de edad. Recuérdalo. Además, es el tercer día de escuela y ya falté a tres clases —informo con desgano mientras termino de recogerme el pelo.

—Pero no por mí...

Veo cómo se tira en su cama y me regala la carita de perrito mojado que vuelve loca a sus fans. Lo ignoro como al clima un día de lluvia que no llevo paraguas. Sigo con lo mío. Tomo mi peluca agua marina y me la coloco procurando que no se vean los mechones castaños de mi pelo real.

Busco en mi portacosméticos, pero no está. Lo más probable es que lo haya dejado en casa. Dudo que mi labial aguamarina se haya quedado suelto en mi mochila, pero, por si acaso, decido levantare e ir revisar. Brolin se para de un salto y se me acerca como un niño que quiere un juguete. Con falsa timidez, me pregunta si tengo un lápiz delineador negro o marrón. Pongo mis ojos en blanco y le aviento mi cartuchera antes de que se ponga fastidioso. Le pego en la cara. ¡No parece tener diecinueve años!

No me delates  ✔️Where stories live. Discover now