Aisha Miau es una celebridad de ViewTube. Todos la aman. ¿Y cómo no hacerlo? Es hermosa, creativa y extrovertida. Con sus pelucas de colores ilumina a cualquiera que la vea. Muchos consideran a Aisha una artista en ascenso, la chica del momento y q...
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—Buen día, cariño. —Me dice mi madre mientras me despierta con un beso en la frente, sus mechones de pelo corto me hacen cosquillas en la cara y me dan ganas de estornudar—. Te dejé el desayuno en la mesa de la cocina, ya me voy.
—Buen día. —Abro mis ojos con pesadez, están pegoteados por las lagañas—. ¿Por qué te vas tan pronto?
Me siento en la cama y poco a poco voy recobrando los sentidos. Mi madre sonríe por mis fachas y chequea una vez más su teléfono. Ya no estamos enojadas la una con la otra, de hecho ya ni recuerdo qué había pasado. Somos así. Tan fácil peleamos y tan fácil nos arreglamos.
—Sí, en cuarenta minutos los profesores que tenemos solo cursos de primer año tenemos una reunión. Aparentemente están buscando alguien que pueda ser el nuevo subdirector. El viejo Roger se jubilará.
—¿Y papá? —pregunto mientras la observo de arriba abajo; está más elegante que de costumbre y el maquillaje que escogió resalta sus ojos color miel, iguales a los míos.
—No, él no va. Este año no tomó primer año. Solo se quedó con los segundos y un tercero. —Me mira con fastidio—. Además, dije que solo los que tenemos primer año.
—Ah, Sí... por las clases en la universidad —menciono empezando a recobrar mis recuerdos como si estuviera amnésica—. ¿Y por qué debe ser de primero? —pregunto confundida.
—Porque no tenemos proyectos de fin de año, entonces no nos veremos obligados a dejar cursos.
—Bueno, ¡mucha suerte, entonces! Tortura muchos niños.
—¿Niños? Solo eres un año mayor que ellos. —Me da otro beso en la mejilla y sonríe de lado mientras niega con la cabeza—. En fin, tienes que servirte el café. ¡Pero ponle leche! Toma todo el jugo de naranja, aunque no te guste. ¿Sí? La vitamina C te hace bien.
Asiento con mi cabeza y salgo de la cama. Mamá está saliendo de mi habitación, no obstante, se gira para decirme algo más. No sé qué es, pero se está riendo. De seguro es alguna maldad.
—Mmm... A tu padre le toca hacer la cena. Hay que apostar. ¿En qué lugar comprará la comida hecha esta vez?
Me río por su cizaña mientras ella sale de mi cuarto, dejando una estela de perfume riquísimo. Papá cocina pésimo, mejor dicho, papá no cocina ni un huevo hervido; pero con tal de que no vuelva a comprar pescado frito en ese lugar de comida taiwanesa, yo soy feliz.
Me desperezo y busco mi celular. De manera inconsciente, entro a la aplicación de mensajería instantánea. Busco un chat en particular, pero no tengo nada de él. Lo último que aparece es el mensaje de llamada finalizada. Solo hay puras notificaciones de likes en ViewTube. Suspiro.
«Vibel. Idiota. Idiota. Idiota. ¿Qué crees qué haces al estalkearlo?».
Voy al baño y me arreglo como Vibel se suele arreglar. Siempre tengo que contener mis impulsos de Aisha para no terminar yendo al colegio maquillada como mi yo viewtuber. Me pongo una máscara para pestañas suave y un brillo labial transparente, que en realidad es una base hidratante ya que al usar tantos colores fuertes con Aisha, mis labios suelen quedar maltratados. Sé que es inútil, no desayuné y en cinco minutos se me borrará. Me alisto con el uniforme y me preparo la mochila. Bajo con mis cosas para no tener que volver a subir.
