Aisha Miau es una celebridad de ViewTube. Todos la aman. ¿Y cómo no hacerlo? Es hermosa, creativa y extrovertida. Con sus pelucas de colores ilumina a cualquiera que la vea. Muchos consideran a Aisha una artista en ascenso, la chica del momento y q...
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Mi vida se convirtió en una vorágine caótica que me hundía más y más en la miseria.
Odio a Aisha Miau.
Listo. Lo dije. Si ella no existiera mi vida sería insulsa y triste pero sin los conflictos abrumadores. La semana de los exámenes terminó y yo me gané una suspensión; pero, como era la semana de exámenes obligatorios me hicieron rendirlos a todos después de las clases en un aula donde estaba sola, sin ningún otro compañero, y, una vez rendidos, el castigo comenzó a correr: fin de semana más tres días sin escuela, Internet, celular, lo que sea. Pero no es algo que me importe, pude descansar —¡por fin!— mi tobillo lesionado.
¿Que qué pasó? No es algo que quiera recordar... El día de la muestra, luego de que escuchara hablar a esa basura misógina del club de natación, me peleé con un grupo de chicas algo conocidas: Tara, Emma y Julia. Mientras corría con los ojos totalmente llenos de lágrimas, me choqué con Julia que muy amable me ayudó a levantarme del suelo. Sin quererlo, no pude evitar escuchar su conversación:
—Es que seguro esa puta le pagó. Ya saben, como hace con Anxious. Vamos. A ese se lo súper mueve en la cama, él le dio fama y ella lo usó por sus más de veinte millones de seguidores —comentó Tara mientras tomaba un jugo de naranja. Asqueroso—. Una amiga mía la vio en The Bridge en el VIP de él.
—Es que tienes razón —coincidió Emma—. A leguas se ve que Aisha es una puta. Además, critica las mejores series. ¡Dijo que Stranger Events era sobrevalorado y que tenía una historia mediocre!
—¡Exacto! Además...
—Disculpen... —mi voz salió sin siquiera poder contenerme—. ¿Qué?
—Están hablando de una viewtuber, esa que tu compañero fotografió —me explicó Julia con paciencia. ¿Por qué había una chica amable entre estas imbéciles?
—Sí, eso lo entendí perfecto —respondí ofuscada—. Pero no comprendo por qué tanto odio al hablar de Aisha.
—Duh... ¡Porque es una puta, cariño! —me aclaró Tara, como si yo fuese tarada y necesitara dibujitos de manzanas.
De pronto, la sangre se me subió a las orejas y sentí mi cuerpo arder. Mi cabeza estaba demasiado abrumada como para poder procesar todo lo que estaba ocurriendo y... y ya estaba harta de oír hablar mal de Ai... de mí misma.
—Primero, ¿cómo sabes que la tipa es puta? —espeto— Y, segundo, ¿qué carajo te importa a ti si ella es puta? ¿Te afecta en algo en tu insignificante vida o qué? —solté.
—¿Qué? —Emma rompió el silencio, Tara y Julia se habían quedado petrificadas—. Nena, ¿eres ingenua o qué? ¿Viste sus videítos? ¿Viste los escotes que luce o las camisas con encaje? Sola falta que se muestre en bañador. Con las tetas que tiene para su edad, la muy perra.
