Capítulo 9

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Me enseñaste el camino de tu mano, pero no eras mi destino.

Pov Poché.

Cerré los ojos y me dejé llevar por la pequeña brisa que acariciaba mi rostro, llené de aire mis pulmones y por primera vez disfrutaba el sol quemando mi piel. Abrí los ojos y me encontré con la imágen de aquella inmensa piscina, hoy estaba un poco vacía.

Mi mente era un tonto nudo de pensamientos, lo que me daba más enojo es que esos pensamientos tenían nombre y apellido; Daniela Calle. Suspiré sintiendo frustración, pasé una mano por mi rostro.

¿Por qué? ¿Por qué ella me ponía tan nerviosa? Y era la verdad, Daniela movía el mundo bajo mis pies, eso no me gustaba. No me gustaba no tener el control de mi alrededor. Por otro lado, estaba su proposición nada inocente.

“La lista, puedo cumplirla”

Esas palabras junto el sonido de su voz rondaban mi mente, no sabía que pensar. Había aceptado fingir ser su novia, pero no cumplir una lista de fantasías que había sido creada por un momento de arrebato por mi parte.

«¿Debo aceptar?» Pensé acomodando mis lentes.

—¿Piensas en mi?— Salí de mis pensamientos al escuchar su voz, rodé los ojos.

— Ya quisieras estar en mi mente.— Respondí a la defensiva, aunque sabía que estaba mintiendo.

Ella últimamente gobernaba mis pensamientos, por alguna razón también mi cuerpo.

Escuché una corta risa entredientes, Calle se posó enfrente de mi, se acercó a mi asiento y se coló en medio de mis piernas. Me quedé quieta intentando fingir que ese movimiento no me había puesto nerviosa.

— Sé que últimamente estoy aquí dentro.— Daniela tocaba mi sien con su dedo índice, alcé una ceja.— También puedo estar aquí.— Su dedo recorrió mi mentón, bajando por mi cuello llegando a mi pecho, el cual solo estaba cubierto por la parte de arriba de un bikini.

— O puedo estar aquí.— Musitó tocando mi abdomen desnudo.

Llegó al elástico de mis shorts cortos dando a entender, que podía estar en mi entrepierna. Su vista se alzó y curvó una sonrisa perversa viéndome.

—¿Qué buscas con provocarme?— Pregunté quitando su mano de mi abdomen.

— Tal vez que aceptes estar conmigo y empezar a cumplir la lista.— Contestó encogiéndose de hombros, negué con la cabeza.

—¿Solo por la lista, no?— Indagué alzando una ceja, Calle rió.

— Mi madre me dijo que te dijera que, mañana iremos a comer.— Calle evadió la conversación por completo, la miré expectante.

—¿A almorzar?— Cuestioné frunciendo el ceño, Calle asintió.

— Si, tienes que invitar a tu familia.— Explicó Daniela dando pequeños toques en mis piernas.

—¿Puedes dejar de tocarme?— Inquirí nerviosa, Calle alzó sus manos inocente.

—¿Dónde comeremos? Así me voy preparando para decirle a mi padre, dará grito al cielo.— Mencioné suspirando, había olvidado ese detalle.

En realidad, ni mi hermana y mejores amigas sabían el pequeño detalle de que Daniela me había propuesto cumplir la lista. Por más que insistieron en que les contará que había pasado la noche de la cena, no lo hice.

Ahora tendré que explicarles todo, más a mí padre... Bueno, no lo de la lista, solo que al parecer tengo novia.

— Iremos en el yate de la familia.— Soltó Calle sin más, parándose del suelo, abrí mi boca atónita.

La lista || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora