La lista || Terminada

Capítulo 21

Y por más que te adoré, la vida me mostró de la forma más cruel que no eras mía.

Pov Calle.

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Había despertado y la mañana iba increíble, me levanté de la cama y tomé mi celular, me dirigí a WhatsApp y busqué el contacto de Poché, rápidamente le escribí un mensaje.

Garzón (mía)
Última vez ayer 10:33 pm.

Buenos días, enana peliazul. 6:11 am. ✓✓ Entregado.

Quiero pasar por ti hoy. ¿Puedo? 6:11 am. ✓✓ Entregado.

Mientras esperaba una respuesta, fui directamente hasta la ducha para darme un baño, quité mi pijama y la dejé el cesto de la ropa sucia metiéndome al chorro de agua, enjaboné mi cuerpo y lavé mi cabello. Una vez terminé salí de la ducha.

Caminé por mi habitación secando mi cabello con una toalla, fui a mi clóset y busqué mi ropa interior, puse mi sostén y mis bragas saliendo de la habitación escuchando mi teléfono, una sonrisa apareció en mis labios al ver su nombre en la pantalla.

— Días, porque buena estás tú.— Contesté con una sonrisa divertida, escuché una risita.

— Tu labia me sorprende a veces.— Contestó Poché, sonreí.

— Es un don.— Hablé engreída.—¿Cómo estás, bonita? ¿Dormiste bien?— Pregunté con voz dulce.

Sinceramente me importaba todo lo que tuviera que ver con Poché ahora, me sentía tan cursi, la chiquitina que soltaba un bostezo sacaba esa parte de mi.

— Si, pero aún tengo sueño, a veces odio madrugar y no quiero ir al colegio.— Escuché un quejido perezoso por su parte.— Y estoy bien, por cierto.— Añadió soltando otro bostezo, reí.

— Entonces no vayamos al colegio y escapa conmigo.— Sugerí yendo al balcón de mi habitación, con esa idea loca por mi mente.

—¿Estás loca? Hace poco empezamos las clases.— Replicó alarmada.

—¿Y qué?— Pregunté divertida.— Las chicas te pueden dar copia luego. Anda, escapemos por ahí.— Añadí con voz pícara.

— Calle, no.— Respondió la chica de puntas azules indecisa.

— No lo pienses, solo dime qué si y tendrás un día increíble.— Mencioné con alegría, Poché se quedó en silencio.

—¿Adelantas nuestra cita?— Inquirió con voz jocosa.

— Puede que si pero, tú y yo tenemos algo pendiente mañana aún.— Respondí caminando dentro de mí habitación otra vez, escuché un suspiro.

—¿No puedo decir no, cierto?— Habló con voz derrotada, sonreí victoriosa.

— En realidad no.— Repliqué con una sonrisa socarrona.

— Está bien.— Aceptó rendida, celebré internamente.— Haces que haga locuras.— Reprochó en un bufido, solté una risita entredientes.

— Paso por ti pronto.— Avisé sonriendo.— Nos vemos, bonita.— Me despedí ocultando mi emoción.

La llamada colgó y yo tenía una sonrisa de oreja a oreja, Poché me alegraba el día con solo escuchar su voz. Estaba completamente jodida por ella y no me importaba estarlo, valía la pena.