La lista || Terminada

Capítulo 19

Fuimos protagonistas con un final feliz... Pero no juntos.

Pov Poché.

Mi entrecejo se frunció y una fina línea de disgusto apareció en mis labios, aquél hombre bien vestido solo nos observaba a mi hermana y a mi con una sonrisa curvada dirigida a mi.

— Le sugiero que se vaya, señor.— Mencioné con voz neutra.— Mi mamá no vive y ni está aquí.— Agregué con voz terminante.

El mayor frente a nosotras nos observó a Valentina y a mi.

— Martha no se equivocó cuando dijo que tenían su carácter.— Comentó con un acento marcado, hasta ahora lo notaba.

— No conoce nada de nosotras, así que es mejor que se vaya.— Cortó Valentina tajante, intentando cerrar la puerta, el hombre lo impidió con su pie.

— Tranquilas, no soy su enemigo.— Mencionó arreglando su traje azul, enchiné mis ojos.— Solo busco lo que me pertenece.— Añadió con seriedad, fruncí el ceño.

—¿De qué habla?— Inquirí interesada en sus palabras, el hombre llamado César me vió.

— No nos interesa lo que tenga que decir.— Habló Valentina recelosa.—Larguese no es bienvenido aquí.— Siseó con voz rígida.

— Valentina, déjalo.— La callé, intentando descifrar lo que la presencia de aquél hombre buscaba.

— Poché-

—¿De qué habla?— Interrumpí a mi hermana, dando un paso al frente. César acarició su barba y me vió.

— Les secrets sortent toujours. «Los secretos siempre salen a la luz»— Habló en un acento que se conocía cómo francés, mis cejas se arrugaron.

— La suya por si acaso, ahora larguese.— Valentina quitó el pie del hombre bruscamente, cerrando la puerta.

— Nos estamos viendo, mesdemoiselles.— El mayor hizo una pequeña reverencia y se fue.

—¿Tú sabías de él, verdad?— Cuestioné a Valentina, quién cerró la puerta con seguro.

— No vengas con mamadas, Poché.— Respondió seria, yendo a la cocina.

—¿Lo sabías o no?— Repliqué apretando la mandíbula, las chicas se quedaron en silencio.

— Ya lo sabes, es el amante de nuestra querida madre.— Contestó con simpleza, encogiéndose de hombros.

—¿Lo sabías?— Murmuré asombrada, Valentina suspiró.

— Papá me dijo su nombre hace unos años, nada más.— Explicó con más calma, negué con mi cabeza.

—¿Y por qué mierda no lo habías dicho?— Cuestioné sintiendo molestia, Valentina rodó los ojos.

— Buscaba protegerte.— Respondió con voz seria, fruncí los labios.

— Soy parte de la familia, no pueden ocultarme ese tipo de cosas por “protegerme”.— Alegué haciendo comillas con mis dedos.

—¡Pues no se dijo y punto, María José!— Espetó Valentina alzando la voz, apreté mis puños.—¡Papá no lo vió necesario! ¡Te recuerdo que todo este tema te afectaba demasiado!— Gritó con obviedad.

Apreté los dientes viendo a mi hermana, Laura intentaba calmar a Valentina, mientras Paula solo estaba en silencio, pasé una mano por mi cabello.

— Aún así debieron decírmelo.— Siseé entredientes, Valentina resopló.

— Deja de ser una maldita terca.— Respondió tapando su rostro con sus manos.— Lo hicimos para protegerte, no pensamos que ése hombre o mamá volvieran.— Añadió yendo al refrigerador, la seguí a zancadas.