Capítulo 18

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Podremos decir adiós en miles de vidas, pero nunca sabremos cómo buscar nuestros caminos.

Pov Calle.

Salí de aquel salón con rabia, con... Joder, odiaba sentirme cómo lo estaba haciendo, todo por ella. ¿Cómo es qué se había metido tan dentro? ¿Por qué nunca lo ví?

Claro, tantos años observandola de lejos no era por lo que creía antes, un capricho. Un capricho porque ella nunca caía ante mi... Y la que terminó cayendo por ella fui yo.

Salí disparada de aquel salón de clases, no quería verla, no quería sentirme así, tan herida, estúpida y... Insuficiente para ella.

¿Por qué de todas las jodidas chicas Poché me hacía sentir otra vez?

No me importaba que hoy fuera el primer día de clases, necesitaba salir de este maldito colegio. Caminé por los pasillos de mal humor, iba directamente a la salida cuando los ví, me detuve en seco y los observé.

Poché y Lucas hablaban muy sonrientes contra los casilleros, fue cuando me di cuenta, ella no buscaba a alguien cómo yo, ella buscaba el chico ideal y perfección en persona, no una mujeriega tal y cómo lo había dicho.

Al parecer ella se dió cuenta de que la veía, porque su vista giró y me vió, negué con mi cabeza y caminé directamente hasta el estacionamiento buscando las llaves de mi coche, quité el seguro de las puertas y tomé la manija de la puerta, tiré mi mochila en el asiento del copiloto y me metí al coche.

—¡Hey, Cal!— Escuché una voz a lo lejos, miré a mis costados buscando la voz.

—¿Das?— Inquirí viendo a mi mejor amigo, él sonrió.

— Te he buscado por todos lados, no es cool ser nuevo aquí.— Contestó sosteniendo su mochila en su hombro, reí y me bajé del coche.

—¿No dijiste que tus padres volvían a Corea?— Indagué intrigada, Dallas se encogió de hombros.

— Al parecer Colombia les gusta mucho, ya sabes con eso de que crecí aquí.— Explicó con tono de voz divertido.

— Me alegra que te quedes, tonto.— Abracé a mi mejor amigo sonriendo, sin Dallas e Irina todo sería muy aburrido.

—¿Adónde vas?— Cuestionó al separarse del abrazo, suspiré.

— Al club.— Me limité a responder, Dallas me vió suspicaz.

—¿Al lago? ¿Estás molesta?— Replicó alzando una ceja, rodé los ojos.

— Luego te explico.— Dije dándole la espalda y subir al coche, Dallas negó con su cabeza.

—¿Una chiquitina de puntas azules tiene qué ver?— Cuestionó con obviedad, lo ví mal.

—¿Por qué ella tendría que ver?— Respondí haciéndome la desentendida, Dallas rió.

— Porque últimamente tiene poder sobre ti.— Contestó sin más, encogiéndose de hombros.

— Y lo odio...— Murmuré cerrando la puerta del coche y recargarme en el.

—¿Qué esperas para decirle que siempre te ha gustado?— Arrojó mi mejor amigo, reí sarcástica viéndolo.

— Das, eso no es cierto.— Me defendí negando con mi cabeza, Dallas alzó una ceja.

—¿Debo recordar lo que has hecho a escondidas por ella?— Le puse mala cara y apreté los labios.

— No empieces.— Amenacé apuntandolo con mi dedo índice, Dallas hizo caso omiso.

La lista || TerminadaWhere stories live. Discover now