La lista || Terminada

Capítulo 34

Te abracé el alma sin darme cuenta que estaba muerta en vida.

Pov Narrador Omnisciente.

Valentina y Laura esperaban a Paula en el coche, la rubia había ido por unas donas dejando a ambas chicas en el coche, en el auto solo se escuchaba la música de fondo, porque los silencios entre ellas siempre eran los mismos, a pesar de los años.

—¿Será que Pau está haciendo las donas?— Bromeó Valentina, intentando quitar al silencio.

Laura apartó la vista de su celular viendo a la chica que manejaba el auto, se encogió de hombros.

— Puede que si.— Se limitó a responder, cortando toda conversación y volver a ver su celular.

Valentina asintió lentamente captando el mensaje, acomodó su gorra y miro hacia la ventana del coche, sintiendo su pecho doler y con ganas de devolver el tiempo.

Habían pasado años y Valentina intentaba recuperar a Laura a base de detalles, de cambios para mejorar ella misma y darle lo mejor a la pelinegra, pero cuándo Laura se presentó con un novio Valentina sintió todo derrumbarse.

Recuerda que esa vez odio ser una idiota, una tonta que engañó a la chica que siempre ha querido, pero al ver a Laura en brazos de otra persona y feliz, no le quedó opción que tragarse todo el huracán de emociones que sentía y no meterse en su relación.

Y los años habían pasado, Valentina había terminado su carrera a base de esfuerzos por parte de ella y su hermana, tenía un trabajo estable y vivía aún en la casa de su padre con María José.

Había tenido una que otra novia, pero al final sus relaciones se terminaban, por alguna razón esperaba un milagro o una señal de que Laura le diera otra oportunidad, pero eso solo pasaba en sus sueños, ya que la chica no haría eso.

Para la mayor de las Garzón ya era una lucha pérdida seguir intentando recuperar a Laura.

— Ahí viene pau.— Avisó Laura a su acompañante.

Poco después apareció Paula corriendo, con una dona glaseada de azúcar en la boca y dos cajas en mano, pero detrás de ella venía una chica persiguiendola con una escoba, se le veía muy enojada.

Paula escupió la dona de su boca y empezó a mover sus manos llamando a la atención de Valentina.

—¡Enciende el coche!— Gritó la rubia viendo a sus espaldas.

—¡¿Qué mierda?!— Espetó Valentina viendo la escena. Paula entró al coche de golpe.

—¡Arranca, arranca, arranca!— Gritó moviendo el hombro de Valentina con constancia.

La chica con la escoba llegó al coche y le dió un golpe a la puerta de Paula, las chicas gritaron y Valentina dió un arrancón rapando llantas.

Paula cayó en el asiento y respiró aliviada, tomando sus donas y comer una.

—¡¿Por qué demonios te seguía esa chica?!— Vociferó Laura con nervios por el susto.

— Me tiré a su novia en el trabajo.— Soltó Paula con la cara llena de migajas.

—¡¿Qué?!— Gritaron Valentina y Laura en conjunto.

—¡Me la cogí en los baños del trabajo! ¡¿Están sordas?!— Espetó Paula con la mejilla llena de dona, rodando los ojos.

—¿No eras hetero?— Inquirió Valentina, Paula se encogió de hombros.

— Mi mamá me enseñó a comer de todo.— Arrojó la rubia con sabiduría, las otras dos bufaron.