Capítulo 33

10.5K 595 348
                                    

Volví a la oscuridad, extraño los pequeños destellos que dabas en mi vida.

Pov Poché.

+18

Busqué el aire que le faltaba a mis pulmones volviendo a besar a Calle, mis manos inquietas tocando cada centímetro de su cintura, cada centímetro de su espalda, explorando cada rincón de su boca.

Pensaba que estaba teniendo algún tipo de alucinación, pero cuándo apreté sus nalgas y de su boca salió un maravilloso gemido, supe que era más que real, que ella si estaba conmigo otra vez.

Podría reconocer los gemidos de Daniela en cualquier lugar, era un sonido exquisito que te hacía perder la cordura.

Calle me besaba cómo si su vida dependiera de ello, cómo si el roce de nuestros labios iban a desgastarnos a ambas, pero aún nos seguiríamos besando sin importar nada.

Tomé a la castaña de la cintura y la giré para acorrarla contra la pared, ella soltó un jadeo al sentir la rapidez y su espalda chocar contra la pared, presioné mi rodilla en el centro de Calle, mientras ella me sacaba la camiseta mojada, yo imité su acción dejándola en un sostén negro.

Relamí mis labios al ver la imágen frente a mi, miré los ojos oscuros de Calle, mi dedo recorriendo su abdomen marcado, viendo cómo los vellos de su piel se erizaban ante mi tacto.

— Eres hermosa.— Declaré apretando mi rodilla, Calle gimió por lo bajo.

Me acerqué lentamente a ella, bajando el tirante de su sostén, roce mi nariz por su piel percibiendo su aroma, dejé un beso en su hombro, mientras bajaba mis manos a su trasero delicioso, apretando este a mi antojo, tomando sus caderas y moverlas contra mi rodilla.

Mis labios recorrieron su clavícula, incrustando mis dientes en el camino, recorriendo mis dedos por los costados de su cuerpo y acaparar sus pechos con la palma de mis manos, los apreté y ella gimió en respuesta.

Calle movía sus caderas contra mi rodilla, mis labios besaban su cuello con impaciencia, mis oídos escuchaban su respiración agitada y de su boca salir pequeñas maldiciones. En un ágil movimiento quité el sostén de Calle, ella cerró los ojos y echó su cabeza hacia atrás.

— Poché...— Susurró Daniela tan endiabladamente sexy.

Ese susurro era una invitación a quemarme con ella en el infierno.

Tomé su seno con mi mano y lo llevé a mi boca chupando su pezón, Calle gimió y sentí mi saliva espesa, rodeando aquel botón erguido con mi lengua, mamandolo y sacándolo de afuera hacia adentro hasta hacer un “plop”.

Dejé de atender los pechos de Calle y comencé a bajar por la línea de sus pechos, dejando besos húmedos en el camino. Bajé más y quedé de cuclillas, quitando el botón de su pantalón, alcé mi vista y Calle tragó grueso, sonreí con picardía.

Comencé a lamer cada pequeño cuadro de músculo, enganchando mis dedos en su pantalón y bajarlo por sus piernas, Calle se aferraba a la pared sintiendo mi lengua en su ombligo, sentí mi corazón acelarse y quité sus pantalones por completo.

El olor de su feminidad invadió mis fosas nasales, la tomé de las nalgas y acerqué su centro a mi cara, dando un lametazo a su vagina por encima de la ropa interior, sintiendo un poco de su humedad. Calle se aferró a mi cabeza jadeando.

— Hoy voy a rezar, pero no precisamente a Dios.— Mencioné con lentitud.

Acaricié sus piernas, viendo el rostro de Calle, sus mejillas sonrojadas y sus labios entreabiertos.

La lista || TerminadaWhere stories live. Discover now