SIETE.

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Llegamos a un teatro el cual estaba lleno de personas por afuera que intentaban entrar rápidamente. Había un gran letrero el cual decía "Flox Light" en letras brillantes. Entonces bajé del auto preparada mentalmente para esperar unas cuantas horas para entrar al lugar.

Pero mi asombro fue notorio cuando el guardia de seguridad al ver a Thomas abrió la puerta solo para nosotros. La música al instante me aturdió haciendo que quisiera arrancarme los oídos y a diferencia de mi. Mi mejor amiga parecía estar muy feliz disfrutando de la fiesta. Por su parte Thomas miraba al rededor sin expresión alguna, entonces un grupo de rock subió al escenario haciendo que me quisiera suicidar.

Cuando giré la mirada hacia mi amiga esta ya no estaba cosa que me hizo buscarla con los ojos encontrándome con ella en un rincón con aquel chico desconocido que se encontraba con ella en la fiesta anterior.

Suspiré resignada y no tuve mas remedio que mirar a las personas que bailaban, me acerqué a Thomas y luego de gritarle que iba a tomar aire salí del lugar casi corriendo, pues aunque me la estaba pasando bien la música era totalmente insoportable. Encontré una puerta que al parecer daba hacia un balcón, la abrí un poco indecisa y el frío golpeó mi cara abruptamente, esto me relajó así que decidida entré a aquel pequeño balcón.

Entonces escuché un sollozo.

Me sobresalté al escuchar aquel sonido proveniente de ese mismo lugar y giré hasta conseguir a una chica en el piso vuelta ovillo. Tenía la cara entre las piernas pero aún así podía escuchar su respiración agitada y sus sollozos que conforme iba pasando el tiempo se iban volviendo más fuertes. Me acerqué hacia aquella chica pelirroja hasta arrodillarme junto a ella. Cuando notó mi presencia la chica dio un grito ahogado e intentó levantarse pero la detuve con mi brazo al darme cuenta de que la conocía.

—¿Elle?—pregunté anonadada al ver aquella chica que había estudiado conmigo—¿Ha pasado algo?

Y ella volvió a llorar.

—Si pasa Bel, pasa que todo lo que hago en mi estúpida vida termina en fracaso. Estoy cansada de ser la que siempre tiene mala suerte —habló ella con su voz quebrada. Aquello hizo que mi corazón se arrugara, odiaba ser tan sensible.

Ella volvió a sentarse en el suelo junto a mí intentando reprimir los sollozos cosa en la que fallaba rotundamente, no sabía como actuar ante esa situación, así que lo único que hice fue acercarme a ella y envolverla entre mis brazos mientras lloraba en silencio. Algo vibró en bolsillo de la chica, esta se alejó de mi para sacarlo, ya estaba muchísimo más calmada.

Pero todo esto se fue al demonio cuando vio lo que sea que había llegado a su teléfono. Y ella me enseñó la pantalla dejándome ver una conversación de WhatsApp. El contacto llevaba por nombre: Amor de mi vida♡. Entonces cerré mis ojos cuando mi cabeza ató cabos.

Había terminado con él en noche buena.

Tomé el pequeño aparato para leer los mensajes anteriores y por lo que leí; fue ella quien había terminado su relación por un motivo que desconocía. Bajé la conversación hacia el último mensaje que decía.

« ¿Y que haré con nuestras conversaciones? »

Suspiré profundo viendo como la respiración de la chica empezaba a calmarse nuevamente, volví mi vista hacia el celular y le pregunté sin quitar la mirada de este.

—¿Podría responderle yo?—luego de unos segundos ella asintió débilmente.

Y empecé a escribir.

—Guárdalas. Ellas te van a enseñar las promesas que nunca cumpliste y te van a recordar cada segundo de tu vida que un "No puedo perderte" en tan solo unos segundo puede convertirse en un "Puedo olvidarte mañana"

La rosa de nuestro amorDove le storie prendono vita. Scoprilo ora