DIECIOCHO.

22 4 0
                                    

Mi insomnio se empezaba a hacer presente. Hacía cuatro semanas que Thomas se había ido a la ciudad de El Consejo y yo empezaba a desesperarme. No sabía nada de él desde aquel día que nos vimos en la universidad y me empezaba a preocupar el hecho de que algo malo le hubiera pasado.

Pero mi alivio fue notorio cuando recibí su mensaje, anunciando que llegaría esa misma noche y que iríamos a salir. Era sábado por la tarde, mis manos se movían lavando mi cuerpo con el jabón, tenía solo dos horas para estar lista. Sería difícil pero podría lograrlo.

Para mi suerte terminé treinta minutos antes, así que aproveché de hacerme una merienda, pues la falta de apetito ya era costumbre en mi los últimos días. Comí tranquilamente y me asombré al ver que no había dejado absolutamente nada, cosa que fue un logro para mí.

El timbre sonó cuando estaba limpiando mi boca, rápidamente comí el caramelo de menta y caminé a la puerta ignorando las emociones que agolpaban mi pecho. Mi mano un poco temblorosa tomó el pomo frío de esta y los típicos dragones en mi estómago empezaron su fiesta en él.

El verlo ahí frente a mí después de ese corto tiempo que para mí fue una eternidad me hizo sentir miles de cosas, sus ojos grises atravesaron mi cuerpo como dagas, lo amaba tanto que dolía. Sus labios crearon una sonrisa ladeada que me hizo sentir en casa, entonces me lancé a sus brazos.

—Feliz quinto mes, Gray—murmuré en su pecho.

Cinco meses de amor, amor y más amor. Y claro, una que otra pelea, salidas y mucho más amor. Antes odiaba las relaciones perfectas, creo que ya lo había mencionado, pero ahora me sentía tan bien teniendo una... tal vez para alguien más no era completamente perfecta, pero los dos intentábamos dar lo mejor de nosotros para que lo fuera.

—Feliz quinto mes, chica bonita.

Su aliento tocó mi rostro y no lo pensé dos veces, rocé nuestros labios provocándolo, al final como siempre fue él quien juntó nuestros labios. Me asombré al no sentir su típico beso dulce y sutil, este era un beso agresivo, lleno de lujuria y deseo. Muchas veces llegué a pensar que no estaba preparada para este momento. Pero una vez sintiendo la adrenalina correr por mi cuerpo nada me importaba, solo quería que nunca parase.

Recordé que mi padre no llegaría hasta el día siguiente por viajes de negocios, y que mi amiga estaba en el cine con el desconocido. Entonces lo vi como la oportunidad perfecta.

Aun con nuestros labios en perfecta sincronía subimos a mi cuarto, el calor infernal hacia que un pequeño reflejo de algo que no reconocí subiera por mi vientre. No pares, no pares, eso era lo único que estaba en mi mente. Pero él paró.

Suspiré intentando no parecer desesperada cuando sus manos viajaron debajo de mi camisa, y de pronto se detuvo. Justo cuando iba a acariciar mi abdomen.

—Bel... si no te sientes preparada no tienes que..

—Cállate y hazlo—interrumpí mientras él sonreía.

Y ahí me entregué a él, sintiendo el vaivén de nuestras caderas cuando nuestros cuerpos chocaban en perfecta sincronía. Y me sentí amada cada vez que escuchaba en medio de sus jadeo los "Te amo" que dedicaba cerca de mi oído.

***

Mi cuerpo dolía, pero no me arrepentía de nada. Esa noche fue la más increíble de toda mi vida, jamás pensé que llegara a sentirme tan amada, pero lo hice. Así me sentí.

Thomas a mi lado dormía plácidamente, me había entregado a él, sus pestañas pegaban de sus pómulos y su boca estaba entre abierta por su respiración. Por mi parte no podía dejar de pensar en lo que había pasado hacía unas horas, por otro lado me aliviaba el hecho de que los dos íbamos vestidos y no pasaría nada si mi amiga entrara a mi cuarto.

La verdad no sería una imagen muy agradable de ver para ella.

Y sin pensarlo volví a quedarme dormida.

Mis ojos se abrieron cuando la luz del sol los golpeaba encandilandome al instante, ya había amanecido. Mi mirada fue directamente a mi lado, pero Thomas ya no estaba. Suspiré frotando mis ojos.

Debe de haber una razón por la cuál se haya ido. Pensé.

Pero no, él entró a mi habitación con una pequeña rosa como la de "La bella y la bestia" Confundiendome un poco.

—Creo que ayer no te diste cuenta de mi regalo hacia ti, florecita.

Sonreí con ternura acercándome a él, iba a besarlo. Pero me detuve a milímetros de él. No había lavado mis dientes. Retrocedí instantáneamente, no quería hacerlo sentir incómodo, además, mi aliento en estos momentos debía de ser como un fumigante hacia las plantas.

—Bésame—ordenó sin una pizca de gracia—. Ahora, Belinda—Su voz se oía tan dominante que por un momento dudé en si reprocharle o no, al final lo hice, pero muy por lo bajito.

—Es que...

—No te estoy preguntado, linda. Es una órden.

Mis piernas se cerraron por inercia, me encantaba esta versión de él.... Sin embargo...

—No voy a hacer algo solo porque tú lo digas, Gray—sus pasos lentos aceleraron mi corazón, ¿qué había hecho? Era primera vez que Thomas me hablaba así. Y no me molestaba en lo absoluto.

—¿No harás lo que te estoy ordenando?—negué con cautela—Entonces tendré que castigarte.

Y después de eso, lo hicimos una vez más, en silencio. Pues mi amiga estaba abajo.

***

Las calles de Dexter estaban más solas de lo pensado, íbamos de camino a la casa de el mejor amigo de Thomas, Adrian. Los lentes de sol tapaban mis ojos evitando que estos no me dejaran ver gracias a los reflejos de este.

La casa estaba cerca, esa fue la razón por la que decidimos ir caminando. Y con suerte llegamos diez minutos más tardes.

Conocí a aquel divertido chico que al parecer estaba metido en algún problema el cual desconocía. Lo único que logré escuchar fue, "Tengo que acostarme con una trabajadora de Dexter club" Y entonces recordé aquel día en que Mackie llegó a Dexter.

Aquella chica pelinegra y aquel rubio con barba roja. Y el letrero, el letrero que llevaba por nombre Dexter club.

Entonces escuché un nombre: Sol..

¿Será aquella chica? En realidad no lo sabía, solo mi intuición me decía que si lo era.

Solo esperaba que no fuera nada malo.

La rosa de nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora