NOTA: Este primer capítulo es doble. Disfrutadlo.
Loki había descubierto la forma de ir saltando entre diferentes universos y líneas temporales, sólo para poder volver al suyo. No sabía cuánto tiempo llevaba haciéndolo pero, allí adónde iba, nadie le reconocía, y empezaba a perder la esperanza de volver. En cada mundo al que llegaba, investigaba cómo saltar al suyo, sólo para encontrarse en uno de muy diferente. Ese día, con ese salto en concreto, apareció en un ático lujoso, de dos plantas, en un mundo desconocido. No había nadie, o al menos eso parecía.
Unos pasos en el piso superior hicieron que se girara en esa dirección. En el balcón al final de las escaleras apareció una persona pequeñita, casi al final de su embarazo, con el cabello largo y negro, y ojos azules muy claros, vestido sólo con una camiseta negra, que le iba algo grande, con un símbolo que desconocía, que lo miraba como si le conociera. Se agarró la barra de hierro de la barandilla de cristal para no perder el equilibrio, y parecía que tuviera mucho dolor. Enseguida se recompuso, y le habló con una voz juvenil y masculina.
– Hola.
– Hola... – le contestó Loki, algo extrañado.
– ¿Puedes ayudarme un segundo? Después contestaré a tus preguntas, pero es algo urgente.
– ¿Quién eres?
– Después. Primero sube y ayúdame. No tengo mucho tiempo.
El joven se agarró con fuerza a la barandilla, con una expresión de dolor en la cara, haciendo que Loki subiera corriendo hacia dónde estaba él. Cuando llegó a su lado, se dio cuenta de que había una gran cantidad de sangre en el suelo, y que tenía las piernas entreabiertas.
– Cógela cuando caiga – le pidió el joven.
– ¿Qué?
– ¡Pon tus brazos entre mis piernas y cógela!
Loki hizo lo que le pidieron, justo en el momento en el que el joven soltó un grito de dolor, agarrándose a la barandilla con tanta fuerza que la deformó. Un bebé ensangrentado cayó en los brazos de Loki, que no dejó que cayera al suelo. El recién nacido se puso a llorar enseguida, y el joven se sentó en el suelo, delante de Loki. Se lo quedó mirando, ya que éste no podía sacar los ojos de la criatura que tenía en brazos.
– La respuesta a tu pregunta anterior es la siguiente – dijo el joven –. Soy el Loki de este universo, y nunca esperé verte aquí.
– ¿Disculpa?
– Soy tú, y has hecho un salto tan bestia que has llegado a una línea temporal muy diferente a las otras, dónde eres un personaje de ficción, y un actor hace de ti en películas y series. De hecho, has salido de tu propio mundo.
– ¿Y la AVT?
– No existe aquí. Lo sabríamos, hay uno cuántos seres que ven todo lo que ha pasado, lo que está pasando, y lo que pasará.
– ¿Ellos sabrían cómo...? ¿Dónde...?
– ¿Me dejas hacer un par de llamadas antes de seguir? Nadie, aparte de nosotros, sabe que he tenido a la niña.
– ¿Cómo se llama?
– ¿Seguro que quieres saberlo?
– Es hija de un Loki, tengo curiosidad.
– Sylvie. Se llama Sylvie.
Esas palabras sorprendieron a Loki, que se quedo mirando a la pequeña que tenía en brazos mientras el otro cogía su móvil y hacía un par de llamadas.
– ¿Sí? – contestó alguien al otro lado de la línea.
– Soy Loki, ya he dado a luz.
– Te pedimos que nos avisaras, que no podías parir solo.
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DU LIEST GERADE
El Lokiverso: Un mundo extraño
Aktuelle LiteraturDespués de escaparse de la prisión de la TVA y robar una tempad, Loki fue saltando de línea temporal en línea temporal hasta que llegó a una que desconocía por completo. Esta historia contiene información de una novela que estoy escribiendo, y ocurr...