Pasado el mediodía, y después de comerse un bocadillo, Laufeyson y Thor salieron del pub de Freya y se dirigieron a una cafetería de un barrio bastante alejado del centro de Oslo. Laufeyson había decidido coger el aspecto de una chica joven, con el cabello de un castaño claro con reflejos rubios, y mucho más bajita que Thor. Estuvieron hablando de cosas triviales hasta que un hombre de cabello oscuro y ojos marrones se acercó a ellos.
– ¿Son de la consultoría Fahrenheit? – preguntó el hombre al sentarse.
– Somos nosotros – contestó Thor.
– Perdonen que les haya citado en este sitio. No quiero que mi hermano sepa nada.
– Deduzco que, sea lo que sea, está relacionado con su hermano.
– Hace poco murió nuestra madre. Ella había cambiado el testamento para dejármelo todo a mí, y el alegó que, cuando lo hizo, mamá no estaba bien de la cabeza. Un juez se lo aceptó, y ahora me está coaccionando para venderle mi parte de la herencia, que es una cuarta parte de todo lo que tenía mamá. Sé que mi madre tenía las ideas muy claras hasta el día de su muerte, así que no sé cómo le aceptaron esos informes médicos. Creo que quizás eran falsos, pero nadie me quiere creer. Mi mujer me dijo que les llamara, que ustedes me ayudarían, aunque la verdad es que soy un poco escéptico con todo esto.
– Lo entiendo, no es fácil cuando nadie le cree. Haremos todo lo posible para ayudarle, no se preocupe. Primero necesito toda la información posible sobre usted y su hermano.
– Vive en la parte rica de la ciudad y tiene un negocio de éxito. No sé para qué debe querer la herencia de mamá. Yo tengo una panadería en la calle principal. No me haré rico, pero es suficiente para vivir. El local era propiedad de mi madre y pretende que también se lo venda. Le gustan mucho las mujeres, especialmente las jovencitas como su compañera, y también el juego. Corren rumores de que su empresa está arruinada debido a eso, pero no lo he podido confirmar. Tengo una foto aquí, del último cumpleaños con mamá. Hace unos dos meses de la misma.
Laufeyson cogió la fotografía y se puso a examinar las personas que había en ella. Una era el hombre que tenía delante, la otra era una agradable anciana llena de vida, y el tercero era un hombre serio, con mala cara, que hablaba por el móvil.
– ¿Cuándo dice que su madre cambió el testamento? – preguntó Laufeyson, con una voz dulce y juvenil, mientras le pasaba la fotografía a Thor.
– Hace unos seis meses – contestó el hombre –. Aún esperaba poder tenerla conmigo un par de años más, como mínimo. Estaba tan bien y llena de vida... Mi hermano sólo quería que se muriera para poder cobrar la herencia.
– Sí, no parece que se tuviera que morir tan pronto – dijo Thor –. Indagaremos, a ver qué descubrimos.
– Tienen apuntados nuestros nombres detrás de la fotografía. No quiero que nadie sepa quién soy.
– Seremos discretos.
– ¿Seguro que podrán hacer algo? No es por nada, su compañera se ve muy joven.
– Lleva dos años con nosotros, pero este es su primer caso en la calle. Es una chica con muchos recursos. No se preocupe por nada.
– Está bien, intentaré confiar. Muchas gracias por atenderme.
El hombre se levantó y se fue. Thor miró el dorso de la fotografía y se frotó la frente al ver los nombres.
– ¿Qué ocurre? – preguntó Laufeyson.
– Entiendo que haya querido tanta discreción. Ya sé quiénes son. Este puede ser muy difícil.
Thor calló un momento mientras Laufeyson lo miraba. No tardó mucho en mirarle y hacerle saber con un gesto que tenían mucha influencia.

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El Lokiverso: Un mundo extraño
General FictionDespués de escaparse de la prisión de la TVA y robar una tempad, Loki fue saltando de línea temporal en línea temporal hasta que llegó a una que desconocía por completo. Esta historia contiene información de una novela que estoy escribiendo, y ocurr...