Cerca de las seis y diez, Thor cruzó la puerta del hotel acompañado de una mujer. Iban ambos vestidos de forma seria, como si fueran a trabajar en vez de a disfrutar de una fiesta.
– Acaba de entrar el dios Thor acompañado de una mujer – informó Liam desde la recepción.
– Debe ser la abogada que nos dijo Loki – le aclaró Judas desde los auriculares –. Empieza el acto final.
– ¿Estás seguro? – preguntó la chica que acompañaba a Judas.
– La policía estaba en aviso y ha hecho la investigación pertinente en tiempo récord. Es cuestión de horas. Oh, acaba de llegar la orden de arresto. Reducimos el tiempo a una media hora.
– Creo que nunca había deseado tanto ver a la policía – dijo la mujer de mediana edad.
– Lo mismo digo – añadió Jorge.
Al entrar en la sala dónde se hacía la fiesta, Thor saludó al vigilante de la entrada con un ligero movimiento de cabeza. El vigilante se lo devolvió, permitiéndoles entrar.
– Me sorprende haber podido entrar tan fácilmente – le dijo la abogada a Thor –. Normalmente tengo muchos más problemas para entrar en este tipo de fiestas.
– El vigilante es tataranieto de Samael – le aclaró Thor –. Y ahora que te ha visto, sabe que trabajas para la organización si te necesitamos.
– ¿Cuántos hijos y nietos tiene este hombre?
– Compáralo con Zeus. Pero él los tiene más repartidos por el mundo. Muy bien, ¿ahora dónde está nuestro objetivo?
– Thor, se ha ido con Loki – le informó Judas por los auriculares –. Les he visto entrar en el baño por las cámaras hace un rato, ya vuelven.
– Vale Judas. La libido de este hombre, será posible...
– ¿Qué ocurre? – preguntó la abogada, que no escuchaba nada.
– Mejor no te lo cuento.
– ¿Tan grave es?
– Eh... No sabría qué decirte. Míralo, por allí entra.
– Que pedazo de mujer lo acompaña.
– Es Loki. Vamos.
Thor y la abogada se acercaron a Marcus y a Jotunheim. Jotunheim le hizo saber a Thor con un movimiento de ojos que Marcus no se merecía ningún tipo de compasión.
– Buenas tardes, señor Marcus – dijo la abogada –. Vengo en representación de sus trabajadores.
– ¿Cómo les han dejado entrar? – se quejó Marcus –. ¿Qué clase de seguridad tiene ese sitio?
– Vaya, ¿se ha encontrado con alguien más a quién no esperaba? Si que debe estar cotizado hoy.
– En cualquier caso, ya presenté la documentación pertinente, y estaba correcta. No tienen nada que decir.
– Ha aparecido una nueva denuncia, y se han encontrado ciertas irregularidades en la documentación que presentó.
– ¿Irregularidades? ¿Qué clase de irregularidades?
– No puedo hablar de una investigación en curso, pero ya se puede ir buscando un buen abogado. Aquí tiene la citación para dentro de quince días.
– ¿¡Quince días!? – gritó Marcus, cogiendo el papel –. ¿¡Se cree que tengo tiempo para estas tonterías!?
– Bueno, si no se presenta, irán a detenerle.
– ¡Pues que vengan! ¡Todo esto son injurias, y lo demostraré! ¡Ya se lo pueden meter ambos en la cabeza!
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El Lokiverso: Un mundo extraño
Ficción GeneralDespués de escaparse de la prisión de la TVA y robar una tempad, Loki fue saltando de línea temporal en línea temporal hasta que llegó a una que desconocía por completo. Esta historia contiene información de una novela que estoy escribiendo, y ocurr...