Samael llegó al hotel Mother Mary a las cinco y veinte de la tarde con una Harley Davidson verde que le había dejado Jotunheim. Lo habían tenido que volver a vestir adecuadamente, ya que se lo había quitado todo y había dado vueltas por el apartamento en ropa interior hasta que los dos chicos se fueron. No estaba cómodo vestido de esa forma y no le habían dejado ver a María antes de irse, cosa que le molestaba mucho.
Aparcó la Harley en el parking interior del hotel, en la zona reservada para empleados. Los dos vigilantes se acercaron a él para decirle que no podía aparcar allí, pero le reconocieron cuando se quitó el casco.
– ¡Abuelo Sam! No te había reconocido – dijo el más joven de los dos.
– ¡Bisabuelo Sam! Que aspecto más... extraño – se sorprendió el mayor.
– Sí... Ojalá no tuviera que ir así – dijo Samael –. Estoy aquí por la fiesta que se ha organizado un poco tiempo. Avisad que es posible que tenga que entrar la poli. El organizador está siendo investigado por el dios Loki y los suyos, por falsificación de documentos y parricidio.
– Ostras tú...
– Y también me debe pasta. A mí, y a veinte corredores de apuestas más.
– ¿Quiere que avisemos a alguien más aparte de al personal? – preguntó el más joven.
– No, tranquilos. Está todo bajo control. Judas lo está vigilando a través de las cámaras.
Los dos hombres se giraron hacia la cámara más cercana y saludaron. Samael escuchó a Judas reír a través de los auriculares.
– Voy a recepción, es posible que tengamos que quedarnos a dormir – les informó Samael.
– De acuerdo – contestaron los dos hombres.
– Os podéis hacer fotos con la moto, pero como tenga un arañazo, por pequeña que sea, Loki os mata. Y después a mí.
– Entendido.
Después de decir eso, Samael subió las escaleras que lo llevarían hasta la recepción del hotel, dónde le atendió uno de sus tataranietos.
– Vas divinamente guapo – dijo el chico de la recepción una vez le hubo saludado –. ¿No tendrás una cita? ¡Oh! ¿¡No me digas que la tatarabuela María está aquí!?
– Aún no, pero vendrá – le contestó Samael, viendo cómo la buscaba por todos lados –. Tiene que entrar más tarde. ¿Puedes mirar si hay habitaciones libres para nosotros? Quizás las necesitemos.
– La presidencial está libre, si la quieres. Y la nupcial también.
– A ver... María y yo, Loki y Erik, no sé si Lafi y Kevin se querrán quedar o irán a casa de Loki... ¿Thor también? Eh... ¿Cuál de las dos plantas está más vacía?
– La planta presidencial. ¿Te la guardo?
– Sí, hazlo. No sé cuando recogeremos las llaves, ni quién lo hará. Le diré a Judas que te envíe el aspecto que tienen todos, especialmente Loki y Lafi.
– Entendido. ¿Puedo saber cuánta gente hay involucrada para hacer un cálculo o...?
– Liam, no lo sé ni yo. Quién sabe si hay alguna sorpresa extra.
– ¿Sorpresas extra? ¿Alguien traerá pareja? ¿O encontrará?
– Hay cosas que no te puedo revelar. Por cierto, ¿cómo tienes las cicatrices del pecho?
– Curadas ya. No sabes cómo te agradezco haberme ayudado con todo este proceso...
– Hey, lo que necesites, ya lo sabes.
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El Lokiverso: Un mundo extraño
Ficção GeralDespués de escaparse de la prisión de la TVA y robar una tempad, Loki fue saltando de línea temporal en línea temporal hasta que llegó a una que desconocía por completo. Esta historia contiene información de una novela que estoy escribiendo, y ocurr...