Liam se despertó a las siete de la mañana y fue directamente a ducharse. Al salir de la ducha, mientras se secaba el pelo, se quedó mirando fijamente las dos cicatrices horizontales que tenía en el pecho. Apenas hacía un mes que le habían quitado los puntos, y aún había momentos en los que le parecía que no era real. Las tocó un momento, soltando un par de lágrimas de felicidad, y sonrió. Después se vistió, salió de la habitación 101 del hotel y bajó hasta la recepción.
– Buenos días – les dijo a sus compañeros con una sonrisa.
– Liam, ¿qué haces aquí? – le preguntó una de sus compañeras –. Tu turno ya ha terminado.
– He dormido en el hotel, en la 101. Pediré que vayan a limpiarla cuando haya hecho lo que me pidieron anoche.
– ¿Dejándote trabajo para el día siguiente? No es propio de ti.
– No podía hacerlo hasta ahora.
Liam cogió el teléfono y marcó uno de los números de habitación que pertenecían a la planta presidencial. Se esperó un rato a que le contestaran.
Erik se despertó por el sonido del teléfono y le dio un beso en el hombro a Jotunheim, que seguía durmiendo con el aspecto de mujer de Europa del Este que había usado durante el engaño, haciendo que se removiera. Contestó al teléfono, sin poder evitara preguntarse quién llamaba a esas horas de la mañana.
– Servicio de despertador del hotel Mother Mary, buenos días – dijo Liam, que estaba al otro lado del teléfono.
– ¿Eres el tataranieto de Samael con el que hablamos ayer? – preguntó Erik, medio dormido.
– El mismo. ¿Estáis despiertos?
– Yo sí, mi acompañante aún no. Ahora la despierto.
– Entendido, voy a despertar a los siguientes.
Erik colgó el teléfono y se abrazó a Jotunheim, despertándole.
– Buenos días, joven Erik – dijo Jotunheim con la voz femenina y el acento de Europa del Este.
– Buenos días, señora Raina.
– ¿Quién ha llamado?
– El servicio de despertador del hotel, nada de lo que preocuparse. ¿Quiere que nos demos una ducha juntos?
– Me gustaría mucho.
El siguiente teléfono que sonó lo cogió Siff, que ya estaba despierta, con Laufeyson aún transformado en la joven de Europa del Este que había sido durante el engaño totalmente dormido y abrazado a ella.
– Servicio de despertador del hotel Mother Mary, buenos días – dijo Liam.
– El tataranieto de Samael, supongo – contestó Siff.
– El mismo.
– Yo estoy despierta, quién me acompaña no. Ahora la despertaré, la veo muy cómoda.
– Entendido.
Siff colgó y le acarició el cabello a Laufeyson. Este se abrazó fuerte a ella, no queriendo despertarse.
La siguiente llamada fue para la habitación presidencial, dónde Samael entró con el cigarrillo en la mano para que María no se despertara.
– Servicio de despertador del hotel Mother Mary, buenos días – dijo Liam.
– Buenos días, Liam – contestó Samael.
– ¿La bisabuela está despierta?
– No, he evitado que lo hicieras. Estaba afuera, fumando. He tenido que entrar con el cigarrillo en la mano.
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El Lokiverso: Un mundo extraño
Ficção GeralDespués de escaparse de la prisión de la TVA y robar una tempad, Loki fue saltando de línea temporal en línea temporal hasta que llegó a una que desconocía por completo. Esta historia contiene información de una novela que estoy escribiendo, y ocurr...