Capítulo 5. Un recuerdo diferente.

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—¿Y este? —le preguntó la niña de ojos cristalinos. Ella sonrió.

—Este... —observó con detalle la imagen—. Este es un buen recuerdo... —deslizó su mano por la fotografía—. Aunque debo aceptar que es un poco triste...

—¿Por qué? —la niña una vez más hizo una pregunta. Ella sonrió tristemente.

—Pronto lo sabrás, no te preocupes. Te contaré la historia...



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1976.

Aquella era una noche pesada. Cada vez faltaba menos y Minerva aún no sabía qué hacer. Había estado muy pendiente de Maggie, y últimamente se dignaba a hacer cosas que jamás hubiera imaginado. Sabía que no era la mejor manera de "disimular" su preocupada, pero no tenía idea de cómo manejar algo así; no podía evitar derrumbarse por dentro al ver a la niña..., no quería decepcionarla ni arruinarle la vida.

Ya comenzaba a amanecer y la mujer permanecía sentada en la sala de estar. Leía el final de su libro con una enigmática emoción cuando escuchó unos ligeros sollozos a lo lejos. Su corazón dio un vuelco al imaginar lo peor y se levantó de inmediato. Últimamente se había vuelto más sensible.

Escuchó un estruendo mientras caminaba y dio un salto. El temblor se reincorporó a sus manos y la preocupación revivió en su pecho.

Sus pasos se aceleraron y llegó corriendo a la habitación de Maggie. Si sus sospechas eran ciertas tendrían que huir lo más pronto posible, y aún cuando amara a Hogwarts con todo su corazón su hija estaba por encima de todo. Abrió la puerta de golpe y encendió la luz de la habitación color cielo. No pudo evitar soltar un suspiro al ver a la pequeña en su cama. Se había roto la imagen que tenía en su mesita de noche y tenía lágrimas en los ojos, pero aquello no era nada que no se pudiera arreglar.

—Mamá... —susurró la niña anonada mientras llorabq. Su foto favorita estaba destrozada en el suelo.

—Oh Maggie... —Minerva se acercó cuidadosamente y la tomó entre sus brazos. La niña se aferró a ella.

—Yo no... solo traté... no quise... —su voz temblaba; creía que su madre la regañaría en cualquier momento.

—Shh... no pasa nada —Minerva la atrajo más hacia ella y Maggie se escondió en su pecho temblando—. ¿Por qué te despertaste? —le preguntó acariciando su cabello. La niña la miró.

—T-tuve una pesadilla... —su voz se quebró en el acto. Minerva secó sus lágrimas y le dio un pequeño beso en la cabeza. Maggie se mantuvo estupefacta mientras sentía el contacto en su frente.

—¿Qué soñaste? —le preguntó tranquilamente. La niña miró su rostro con atención y sintió la tranquilidad que le transmitía su mirada. Soltó un suspiro y se aferró aún más a ella.

—M-ma... ¿puedo hacerte una pregunta? —Minerva asintió y sonrió ante su inocencia.

—Ya me has hecho una pregunta, Maggie. Pero está bien —Maggie asintió y bajó la mirada. Comenzó a jugar con sus manos vacilante mientras pensaba en cómo decirlo.

—¿Tú...? ¿Tú amas a papá? —dijo por fin. La sonrisa que la pelinegra poseía en su rostro se tornó triste.

—¿Por qué preguntas eso, Limoncito? —su voz se quebró también. Los ojos de Maggie se llenaron de lágrimas.

—Es que... —se frotó sus ojos aún con la cabeza baja—. Ya nunca los veo juntos... —susurró. En cualquier momento comenzaría a llorar, y eso le partió el corazón a Minerva.

Inmemorables Recuerdos {Harry Potter/MMAD}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora