Capítulo 23. La Tragedia II.

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»Entreguen una vida por voluntad propia... o vean a sus iguales morir ante sus ojos.

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»He añadido este soundtrack específicamente para una parte de este capítulo. Si deseas puedes reproducir el video en cuanto aparezca un asterisco (*) entre el relato.


1950.

—Buenos días, Minerva... —Saludó un joven de cabello oscuro. La joven Gryffindor de tercer año elevó la mirada.

—Buenos días, Tom. —Respondió ella volviendo inmediatamente a su libro. La intensidad de Tom Riddle siempre resultaba ser estresante y agotadora.

—Te he traído algo hoy. —Susurró el Slytherin de quinto año sentándose junto a ella bajo el viejo sauce. Minerva continuó leyendo—. Creo que te va a gustar...

—¿Ah sí? —Dijo ella aún sin prestarle atención. Él asintió.

—Sí. —Tom tomó aire y le extendió una rosa roja que traía en sus manos. Minerva aún no lo miraba, por lo que tuvo que carraspear para tratar de llamar su atención de nuevo.

Minerva elevó la mirada con ojos cansinos y se mordió la lengua al ver la rosa.

—Ah... gracias. —Murmuró tomándola a regañadientes. Tom sonrió encantado.

—Es tan bonita como tú. —Susurró.

—¿Minerva? —La pelinegra logró divisar una cabellera castaña tras Riddle. Una sonrisa apareció en su rostro.

—Albus. —Él sonrió también.

—Buenos días. —Saludó. Minerva sonrió de nuevo—. Oh y buenos días para ti también, Tom. —El pelinegro bufó y asintió con la cabeza mientras miraba el césped—. Minerva, la hora del almuerzo se acerca y me preguntaba si... te gustaría acompañarme. —Ella asintió con la cabeza y se levantó del suelo. La rosa de Tom quedó olvidada sobre el césped.

—Por supuesto. —Albus sonrió. Ella tomó su brazo—. Nos vemos después, Tom.

—Sí... —Susurró él, ladeando la cabeza para verla. Albus agitó una mano e hizo aparecer un ramo de rosas blancas en las manos de ella. Minerva lo miró impresionada y sonrió.

—Hasta pronto, Tom. —Se despidió Albus mientras él y Minerva comenzaban a caminar de vuelta al castillo. Tom se enderezó y los observó alejarse. Lentamente tomó su pequeña rosa roja en sus manos y la estrujó.

—Hasta pronto. —Murmuró.







31 de octubre de 1981.



»Entreguen una vida por voluntad propia...

»O vean a sus iguales morir ante a sus ojos.



—Todos a sus salas comunes, ¡rápido!

—No se separen, manténganse alerta.

—¿Hay señales de mortífagos?

—No... aún no.

—¿Alguien ha visto al director?

Albus y Minerva corrían juntos por los pasillos.

Una explosión se escuchó a lo lejos.

—Allí la tiene... Ahí está Maggie... —Susurró Minerva una vez que estuvieron fuera del castillo. Albus asintió con la cabeza y apretó su mano.

Inmemorables Recuerdos {Harry Potter/MMAD}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora