Capítulo Tres.

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A veces la memoria era un rompecabezas y así me encontraba con respecto a todo lo que había sucedido la noche anterior. Intenté buscar lugares en donde podría recordar algo de lo vivido, usar los sabores, ejercicios de la mente, pero muy pocas cosas pasaban por mi cabeza y lentamente lo dejé de hacer. No quería tener que seguir rompiendo mis neuronas para recordar una noche que claramente no quería volver a mi cerebro. Traté de no buscarle más explicaciones y comprender que eso había pasado.

Y a pesar de todo no podía quitarme de la cabeza la idea de haberle pagado para que fuera mi acompañante.

—Mira, no lo veo tan mal —me dijo mi socia sentándose en el escritorio frente a mí luego de escuchar toda mi historia. Era a la única persona que le contaría tal desastre y podía soportar la vergüenza que me daba solo soltar las palabras—. Es decir, el chico no parece tan mal partido como cita. Lo llevas, le demuestras a Thomas lo que se está perdiendo y lo recuperas. El chico se irá sin ningún tipo de sentimiento hacia tí más que gratitud por el dinero gastado. Es mucho dinero, Ally, no puedes simplemente ignorar que todo ha sucedido.

Suspiré y me despeiné el cabello todavía sin saber exactamente qué hacer en ese tipo de circunstancia. Me moría de vergüenza, no iba a negarlo y no podía ni siquiera imaginarme la idea. ¿Y si alguien descubría que en realidad no era lo que yo mostraba? No podía soportar esa humillación en la familia y mucho menos en mi vida. Había trabajado duro para ser la mejor, para tener todo lo que tenía y no podía simplemente perder el control de mis actos porque quería demostrarle a mi hermana y a mi ex que era mejor que ellos.

—Además... ¿Cuánto tiempo es la celebración? —me preguntó con tranquilidad mientras yo seguía mirando la nada pensando en todas las probabilidades de fallar. No podía quitarme todo eso de la cabeza y mucho menos pensar en algo coherente—. ¿Una semana en Londres?

Asentí. Thomas era inglés y querían festejar su unión en un castillo rentado para ese tipo de celebraciones. Iban todo tipo de personas a esa celebración y empezaba desde el lunes hasta el domingo, el día de la boda. Se iban a casar en una preciosa iglesia de sueños para luego tener la fiesta en un castillo precioso. No podía acudir a la celebración con un stripper, era una locura. Iba fuera de todos mis ideales. Mis padres estarían terriblemente avergonzados por mis actos y se burlarían hasta el final de los tiempos de mis actitudes. Iba a dejar de tener ese papel de la hija perfecta.

—Tampoco puedo ir sola, Phoebe. No puedo demostrar que no asumí mi noviazgo de adolescente —le expliqué—. Mi hermana se robó lo que es mío y si bien quiero recuperarlo, destruir la boda y hacerle ver quien es el amor de su vida... tampoco puedo ir con otro hombre.

—Ay, amor, has estado tanto tiempo estudiando que te has olvidado que le molesta a los hombres —quiso recordarme y yo la miré sin entender, buscando explicación para sus palabras—. La competencia. No pueden creer que la mujer que dejaron ahora es feliz con otro hombre mucho más guapo que ellos.

Reí al escucharla porque no conocía del todo a los hombres, no iba a aceptar que mi único hombre había sido Thomas. Bueno y ahora el stripper. Nick, tenía que empezar a llamarlo por su nombre o me iba a volver loca.

—Hagamos esto, te quedan días para decidir qué hacer. Haz una lista de pros y de contras. Si hay más pro que contras... ya sabes —no terminó la frase porque comenzó a bailar como si fuera un stripper y yo cerré los ojos avergonzada, incapaz de recordar la noche que había tenido con aquel desconocido.

Acepté y di por finalizada la charla con respecto al tema. Comenzamos a trabajar y nos sumergimos en nuestras obligaciones por un largo tiempo. Me dedicaba a la administración del mercado de una empresa conocida de mi país y Phoebe era mi socia. Nos habíamos conocido en la universidad y habíamos sido inseparables por años. Era mi cable a tierra, la persona que me recordaba que no podía ser tan cerrada en mis ideales. Con ella salía a tomar, bailar o a divertirnos, era la persona que me recordaba que podía disfrutar un poco la vida. Porque yo lo olvidaba muy seguido.

Quiero robarme al novio [Terminada]Where stories live. Discover now