Quiero robarme al novio [Terminada]

Capítulo Dieciséis.

Estaba mortificada, no podía creer que me estuvieran sucediendo a mí todas esas cosas. Me avergonzaba de solo pensar en mi familia pensando que estaba haciendole sexo oral a mi novio falso en un probador. Me iba a morir de vergüenza, lo sabía.

Por suerte, nadie comentó nada, aunque podía escuchar a la muy maldita de mi hermana riéndose por lo bajo mientras caminábamos en busca de un nuevo local de ropa formal como el anterior. No entendía porque mis familiares tenían que seguirme cuando yo había dejado bien claro que no quería ser perseguida por ellos. Sin embargo parecía que a ninguno le importaba aquello y me acompañaban a comprar.

—No puedo creer que vivamos todo esto —me quejé en silencio mientras Nick pasaba su brazo por mis hombros, aunque en ese momento nada podía calmarme y me frustraba el simple hecho de pensar en esa situación vergonzante.

—No ha sido tan terrible, vamos, Ally —me dijo y luego miró hacia Thomas, que llevaba el ceño fruncido desde que nos había visto—, mira a Thomas. Lleva un rato enfadado desde que nos vio en el probador. Tal vez si puedas conseguir algo y no lo estás comprendiendo del todo.

—¿Crees que todavía tengo esperanzas?

—Por supuesto, si no puedes ser la amante —bromeó y puse los ojos en blanco. No quería ser la amante, quería ser la única. Obviamente no iba a ser posible, pero tampoco quería pensarlo en voz alta.

Una vez que terminamos de comprar la ropa adecuada para Nick, mi hermana insistió con ir a comprarnos ropa. La realidad es que yo no quería gastar y ya tenía todos mis modelitos listos, no estaba con ganas de gastar más dinero del que creía, sin embargo insistió tanto que todos fuimos a la tienda más cara del lugar.

—¿Que tipo de ropa te gusta que lleve una chica, Nick? —le cuestionó mi hermana a MI novio. Yo estaba mirando un vestido diminuto negro, que me parecía más una falda larga que un vestido, pero de pura maldad lo tomé dispuesta a probarmelo—. Porque Ally no tiene el mejor gusto para vestirse...

—Me gusta ella, no como viste —respondió con tranquilidad e incluso se encogió de hombros, haciéndome sonreír y sentirme orgullosa de mi novio falso. Si estaba esperando propina estaba segura que iba a conseguirla.

—¡Vamos a probarnos ropa juntas, hermanita! —exclamó de la nada, como si no me hubiera dicho nada en ese momento. Suspiré, Lisa realmente hacía lo que quería cuando quería y no le importaba absolutamente nada. Mis padres se mostraron contentos por esa unión de hermanas y yo tuve que aceptarla porque no quería causar más revuelos.

La empleada nos abrió la puerta del probador enorme del local y por un momento me sentí sorprendida por tanto lujo. Entendía que mi familia estaba bien, que Thomas tenía mucho dinero pero seguía siendo mucho para mí. Dejé mi vestido corto en una percha y miré a Lisa que estaba sacándose su ropa para probarse algo parecido a lo que yo había elegido.

—No hemos tenido tiempo de hablar, pero no creo que Nick esté cómodo en este entorno —me dijo ella mientras me quitaba la ropa y la dejaba pulcramente doblada sobre un sillón. Me daba vergüenza estar en ropa interior frente a mi hermana, pero traté de no demostrar nada porque ella andaba por la vida semidesnuda. Obviamente aquel conjunto blanco le quedaba divino y hacia a cualquiera suspirar, yo me sentí una cosa horrible con mi conjunto negro sin transparencias y que me quedaba un poco grande—. ¿Es realmente arquitecto?

—¿Por qué estaría mintiendo la profesión de mi novio, Lisa? —quise saber cruzándome de brazos para tapar mi cuerpo y al mismo tiempo demostrar lo disconforme que estaba con la actitud. Tomé el vestido y traté de ponermelo, obviamente fallando en el intento. Era demasiado pequeño para mi cuerpo y Lisa lo tomó como si nada, aunque no había elegido el mismo.