Quiero robarme al novio [Terminada]

Capítulo Ocho.

Mi respiración se volvió irregular cuando Nick me dijo aquellas palabras y por un momento me olvidé de todo lo que se suponía que debía hacer. Sus manos fueron hasta mi cuello y nuestras frentes se juntaron, siendo nosotros lo único que podíamos ver. Tragué lentamente y me di cuenta que me estaba comportando como una tonta alrededor de Nick. Era algo que yo sospechaba que iba a pasar y no iba a negarlo.

¿Qué pensaba que iba a pasar con tener semejante hombre para mí sola? Yo lo sabía, no iba a decirlo en voz alta, pero era obvio que yo sabía que podía suceder. Se notaba todavía la piel que teníamos entre los dos y como con solo hablarme podía lograr todo tipo de cosas de las que yo no estaba preparada.

—Bueno... yo no sé lo que me pasa —susurré sinceramente, dándome tiempo a soltar algo que nunca haría: sinceridad de mis sentimientos. Acababa de conocer a ese chico que nada tenía que ver con lo que buscaba en un hombre y no quería perder mi misión inicial. No quería distraerme en un momento donde mi fin era uno por un chico que tal vez no quería nada más que un rato conmigo—. Pero estoy aquí para robarme al novio, Nick. Te contraté para ayudarme, no para distraerme de lo que quiero lograr.

Nick me miró fijo por unos minutos y finalmente asintió, alejándose de mí. En ese momento me hubiera gustado saber que pensaba, que pasaba por su mente y el motivo por el cual me estaba diciendo las cosas que me decía. Lo vi debatirse, como si pensara que iba a hacer, pero finalmente se alejó sin darle más vueltas al asunto. Agradecí aquello porque todavía ni siquiera había hablado con Thomas como para perderme por un stripper. No era algo que yo haría.

Me metí en el baño dicho eso y me di una ducha reparadora, que estaba necesitando eso más de lo que yo creía. Al salir me di cuenta que necesitaba ir por mi vestido, que estaba dentro de mi maleta y me regañé por no haberlo llevado al baño conmigo, aunque se iba a humedecer y no era lo ideal. Salí en bata, anudando con fuerza el cinto a la cintura, pero de todos modos Nick se había quedado dormido en la cama y no quise molestarlo.

Un largo rato después, ya estaba lista para el evento.

—¿Nick? Hey... despierta —lo llamé moviéndolo del brazo mientras trataba de ponerme un aro costoso y pesado en la oreja. Ese vestido verde me había costado un sueldo entero y era para un evento nada más. Obviamente pensaba seguir usándolo por el resto de mis días, pero tenía que cuidarlo como oro.

Él balbuceó en la cama algo inentendible y yo volví a moverlo, cansada de sus juegos. Él me dio la espalda, como si fuera un niño negándose a despertarse y yo decidí adelantar el trabajo. Fui hasta el bolso del chico y abrí el cierre buscando que pudiera ponerse esa noche. Para mi sorpresa solo había un traje, hecho un ovillo, y una camisa azul con el mismo destino.

—¿Esto pensabas ponerte? ¿Estos trapos sucios? —me quejé medio bromeando y mirando a Nick, que tenía los ojos abiertos y me miraba desde la cama—. Tienes que estar bromeando...

—Es mi mejor traje —argumentó y se encogió de hombros—. Solo hay que plancharlo.

—¿Plancharlo? Esas arrugas no saldrán con nada, Nick. ¿Por qué no me lo dijiste antes? Tenemos dos horas nada más para llegar temprano al evento y lo único que tengo es a un niño durmiendo y un traje con mil usos.

—Bueno, hubieras comprado el paquete entero con ropa y no te estarías quejando tanto. Es solo ropa, Allison. Se usa, se limpia y se vuelve a utilizar para otro evento —dicho eso se dio la vuelta y me dio la espalda como si no estuviera viviendo una pesadilla.

Por supuesto que era simplemente ropa, pero él tenía que lucir perfecto. Tenía que ser el novio ideal y demostrarle a todos que estaba junto a un verdadero arquitecto. Una persona que trabajaba normalmente de traje iba a tener un millón en su maleta. Me quedé pensando qué podía hacer para solucionar ese problema tan grande que tenía en mis manos.