Epílogo.

7.1K 743 255
                                    


—No sé si sabes, pero no tienes un trasero transparente —me dijo Nick y puse los ojos en blanco mientras seguía tratando de buscar entre mis cosas arriba de la televisión. Él estaba sentado tratando de mirar un partido cuando recordé que tenía que llevar cierto papeleo para el trabajo.

Un año había pasado desde que habíamos abandonado Londres y dejado atrás por completo el casamiento de mi hermana. Nuestra relación comenzó lenta, pero firme. No me imaginaba para nada que una relación falsa podía volverse tan real y al principio fue extraño explicarle a todos mis amigos que había vuelto de Londres con un novio bajo el brazo. Pero luego fue algo normal, como cualquier pareja.

Tuvimos citas, salidas por la ciudad y muchísimas horas bien gastadas en mi cama o en la suya. Tuve el honor de conocer a la familia de Nick y reírme hasta llorar con todas las elocuencias de una familia sana y unida. Volví a mi casa deseando tener una familia así, lejos de la que yo tenía. De novios nos volvimos mucho más unidos, al punto que Nick me propuso mudarse a mi departamento y yo acepté sin dudarlo. A fin de cuentas, casi vivía en él y a mi no me molestaba.

Nuestra relación crecía a un punto que nos sentíamos uno, como si fuéramos amigos y amantes de toda la vida. Yo sentía que había encontrado a una persona que me hacía sentir bien, que me daba lo que necesitaba y yo trataba de no fallarle, de ser lo que él también necesitaba. Me gustaba ir a verlo dar clases de baile y tratar de ignorar como se me caía la baba al verlo moverse. Era más difícil ignorar como todas sus alumnas se lo comían con los ojos, pero recordaba que lo tenía para mi sola por las noches así que se me pasaba la locura de los celos.

—Después de las nalgadas que le has dado a este pobre trasero me parece que puedes tratarlo mejor —me quejé mientras guardaba las cosas en mi cartera y luego iba hacia él, que seguía viendo ese aburrido partido de básquet. Me senté sobre su regazo, con una pierna a cada lado de su cuerpo y él terminó por rendirse para observarme—. Prestame atención.

—Lo hago mujer, pero quiero ver este partido —me dijo y me hizo reír, porque yo ignoré cualquier tipo de pedido para acercarme a su cuerpo moviendo mis caderas contra el suyo. Escuché la queja de Nick y le regalé una sonrisa con mucha maldad. Sus manos quedaron sobre mi trasero y cuando creí que íbamos a distraernos, logró quitarme de encima de él.

Me rendí y lo dejé tranquilo, sobre todo porque no quería ser demasiado invasiva. Decidí preparar la ropa que usaría al día siguiente cuando sonó el timbre de mi casa y me sorprendió que a esas horas alguien estuviera llamando. Lo miré a Nick y él hizo un gesto de no saber quién podía ser. Caminé descalza hasta la cocina y cuando pregunté por el portero quien estaba del otro lado me llevé una gran sorpresa.

Mi hermana entró minutos después a mi casa y Nick se mostró realmente sorprendido, lo suficiente para dejar de mirar su bendito partido. Lisa no se parecía en nada a la chica que había dejado en Londres un año después, sino que estaba realmente cambiada. Su cabello ahora estaba corto y ya no era tan claro, sino más castaño claro. No estaba impecable como de costumbre, sino que vestía bastante normal para la ropa de marca que solía utilizar siempre.

—Iré a ver el partido en la habitación, cualquier cosa me dices —me avisó Nick, dejándome un beso en el cabello y un pequeño apretón en el hombro. Yo asentí y lo dejé ir, pero todavía sintiéndome extraña por la incorporación de mi hermana a mi vida.

Nunca supe si se casó con Thomas, nunca decidí investigar y corté contacto con todo tipo de familiar. Solo hablaba con mi padre de vez en cuando, pero una vez cada cuatro meses. No me interesaba mucho que digamos y se notaba.

—Gracias por dejarme pasar, pensé que ibas a tirarme agua caliente desde el balcón —susurró y resoplé.

—No tengo balcón y no me gusta desperdiciar agua. Siéntate —le indiqué para que se sentara en el sillón en el que había estado Nick. Ella asintió y de una manera algo tímida, raro en Lisa, se sentó. Yo ocupé lugar en un pequeño sillón frente a ella tratando de entender qué estaba haciendo en mi casa un año después del caos—. ¿Le pasó algo a papá y mamá?

Quiero robarme al novio [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora