Capítulo Catorce.

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Llegó el momento que yo no quería que sucediera, sin embargo ahí estábamos y no podíamos omitir. Nick salió del baño recién duchado y por suerte estaba vestido con un pijama que parecía de un pordiosero, pero tampoco iba a juzgar a la gente por el pijama que usaba. El mío de seda rosa había costado un buen dinero, aunque no entendía realmente porque había gastado tanto en un pijama. Con respecto a la ropa no tenía conciencia en mis gastos, con todo lo demás llevaba una vida muy ordenada económicamente. La ropa era mi pasión y por eso había traído tantas maletas o me molestaba la falta de ellas por parte de Nick.

—¿Realmente estás haciendo eso? —preguntó mientras me observaba poner una pila de almohadas que nos separaban en la cama—. Ya hemos dormido juntos, Ally, y hemos compartido un poco más de cosas como para que quieras alejarme de ti con almohadas.

Me sonrojé al instante al escucharle decir eso y agregué un almohadón más, solo por si acaso. No quería estar cerca de él a la hora de dormir, me avergonzaba que me viera durmiendo y además que lo usara de almohada. Lo mejor que podía hacer era separarme de él de ese modo.

—Creo que lo mejor es separarnos. Esta cama es enorme y lo que menos quiero es que terminemos de algún modo juntos —le expliqué porque no tenía tiempo para perderlo con Nick. Él puso los ojos en blanco, pero terminó aceptando el trato a fin de cuentas. Lo vi poner a cargar su teléfono y recostarse dentro de la cama, haciéndome suspirar al comprobar que no iba a hacer nada.

—¿No te aburres de lo aburrida que eres? —me preguntó Nick burlándose un poco de mí y yo decidí ignorarlo mientras iba al baño. Fruncí el ceño al encontrarme con un caos total. Empezando con su boxer colgado en la canilla de la ducha, el suelo empapado y sus utensilios abiertos y desparramados. ¿Cómo alguien podía ser tan sucio?

—¿No vas a limpiar el desastre que has dejado en el baño? —comenté horrorizada, buscando una explicación para lo que había hecho. Nick alzó una de sus cejas mientras miraba desde donde estaba lo que había hecho y finalmente se daba vuelta—. Sucio.

—Histérica.

—¿Histérica por querer tener un baño limpio? Por Dios, ¿cómo vas a colgar tu ropa interior? ¿La has lavado al menos?

—Sí, Ally, por eso está colgada ahí.

No pude disimular una mueca de asco y decidí cerrar la puerta de un portazo para darme tiempo para mi. Hice mi estricta rutina de skin care y salí del baño perfecta, sin grasa en mi rostro como tanto me gustaba. Apagué las luces y me metí dentro de la cama esperando poder tener una buena noche de sueño como estaba buscando. Sin embargo, pude sentir la respiración de Nick cerca mío y abrí los ojos para verlo recostado sobre las almohadas. Me miraba como Edward Cullen a Bella Swan y volví a sonrojarme al comprender que estaba haciendo.

—¿Realmente no vamos a tener sexo?

—Nicholas, no es gracioso. Te he dicho que no desde el primer día —me quejé mientras le daba la espalda y él se empezó a reír, casi recordando que la primera noche le había dicho que sí—. Bueno, esa noche fue una excepción y no recuerdo absolutamente nada.

Decidí permanecer en silencio y él se acomodó, por lo que escuché, en su lugar nuevamente. A veces Nick se comportaba como un niño tonto y me ponía nerviosa, lo suficiente como para enfadarme y quedarme mirando la nada con los ojos bien abiertos. ¿Realmente había sucedido algo esa noche? No me acordaba de nada, lo último que estaba en mi mente era una conversación estúpida con mi hermana, luego despertaba en mi cama con un stripper en ella. Me enojaba un poco no recordar, porque después de lo vivido esa tarde estaba segura que lo había pasado bien.

Quiero robarme al novio [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora