Capítulo Treinta.

4.2K 615 87
                                    


La ducha no calmó mi malestar y cuando salí de ella me senté en la cama sin saber que sentir por todo lo que había sucedido. Me refregué la cara, recordando que feo había sido el momento que había vivido y traté de entender que estaba sucediendo conmigo. Estaba cayendo y me estaba ahogando, aunque lejos estaba de ser algo con respecto al agua del lago artificial ese. Algo me pasaba y no podía entender porqué no podía avanzar en mi vida, todavía pegada a Thomas como si fuera parte de mí.

Nick me miraba del otro lado de la habitación, quitándose la ropa empapada por mi culpa.

Ahí había un problema enorme y ninguno de los dos quería aceptar lo que sucedía.

—Allison... no creo que pueda seguir haciendo esto —me dijo finalmente y yo suspiré sabiendo que estaba en lo correcto. Por supuesto que no podía y era mi completa culpa. Yo no podía avanzar y me estaba perdiendo de las buenas cosas que me pasaban a mi alrededor. Estaba perdida y por un momento creí que jamás iba a encontrar mi camino. Pero, ¿cuál era mi camino? ¿Qué era lo que estaba buscando en ese momento además de una solución? Estaba agotada, había sido una semana de locos y solamente quedaban dos días.

Levanté la mirada para enfrentarlo, con el cabello empapado y cubierta por una toalla. En otro momento seguramente él hubiera hecho una broma sobre lo sexy que me veía, pero definitivamente ese no era el momento. Quise entender su mirada, pero solo encontré un chico que me estaba mirando con pena. Pena. Nada más horrible.

—Creo que sé lo que dirás.

—Ese es el problema más grande. Sabes que diré y aun así no quieres cambiarlo. Sé... sé perfectamente que no soy nadie para pedirte un cambio de actitud y que no está en mi naturaleza ser de ese modo —me explicó caminando hacia mí por la habitación que solo estaba iluminada por una lámpara de mesa—, pero esto ya se está interponiendo conmigo, ¿sabes? Mis sentimientos por ti están creciendo y me hace daño todo esto.

—¿Qué es lo que te hace daño?

—Verte así perdida por un tipo que no vale la pena, que lo único que ha hecho es hacerte daño de maneras horribles... entiendo que ha sido el amor de tu vida... pero no puedo avanzar en una relación si tu misma no sales de otra —me dijo lo que yo sabía que iba a escuchar. Cerré los ojos con angustia y noté que se me habían caído las lágrimas al hacer eso. Estaba realmente mortificada por todo eso y no sabía hacia donde moverme en ese mínimo instante—. No puedo seguir haciendo esto...

—Te entiendo, Nick... solamente no creí que fuera a hacerte daño. Yo... realmente no sé qué es lo que voy a hacer. Estoy muy perdida —le expliqué con angustia mirando mis manos húmedas, con los dedos arrugados por pasar tanto tiempo debajo del agua—. No pretendo seguir haciéndote daño, comprendo que quieres algo conmigo y yo no puedo. Sinceramente ahora no puedo.

Nick se puso en cuclillas ante mí, mirándome a la cara de un modo que a mi me derretía por completo. No sabía cómo habíamos llegado a ese extremo, como habíamos permitido que todo eso me hiciera tanto daño.

—Ally, no te culpo. Entiendo por completo lo que está sucediendo contigo y antes no me hacía daño, me gustaba permanecer contigo tratando de ayudarte y darte el valor que necesitabas. Pero no creo ahora mismo que haya un cambio de tu parte, siento que quieres vivir así. Quieres ser infeliz y seguir la sombra de tu hermana para siempre —me explicó mientras yo asentía—. No puedo creer que no veas lo impresionante que eras y llevo toda esta semana tratando de hacerte entender que lo eres. Nunca me ha pasado con una chica sentir tanto en tan poco tiempo. Ya no tiene nada que ver el dinero, el plan de ser novios falsos, esto se ha vuelto realidad y quiero estar contigo.

—Yo también quiero estar contigo, Nick.

Pero al mismo tiempo no podía.

Había una parte de mi que al decir eso me hacía dudar de mis propios pensamientos. ¿Quería estar con Nick? ¿Por qué no podía verme con él en una situación romántica? ¿Por qué no me imaginaba de la mano en las calles o en alguna otra situación? ¿Qué había en el medio de nosotros dos?

Yo era lo que estaba en medio de nosotros dos.

—Muy pocas veces he estado en una relación —comenzó humedeciendo los labios antes de hablar, haciéndome sentir hipnotizada por aquello por unos instantes—, pero creo que para querer a alguien hay que quererse a uno mismo. Tus padres toda la vida te han dado a entender que eres poca cosa, que no eres la chica estrella que todos querían que fueras. Sin embargo, lograste serlo solo para demostrarles lo contrario. ¿Que hay en ti que no te deja ver quien eres? ¿Por qué no ves tu brillo, Allison?

—Creo... creo que no lo veo porque ellos no lo ven. Estoy esperando que algún día me lo digan —susurré con vergüenza y timidez, porque estaba abriendo mi alma de una manera que no había hecho nunca antes. Nick suspiró y tomó mis manos, dejando un beso sobre la palma de ambas. Sentí la fuerza de su cariño, ese que había nacido de la completa nada y se manifestaba entre nosotros de un modo extraño, casi digno de una película romántica que pasaban por la televisión a la tarde.

—No esperes cosas de la gente, Ally. Ellos jamás te dirán lo que quieres escuchar. Lo sabes. Yo sé que aquí, en tu corazón, sabes que ellos nunca te dirán lo que quieres oir. Entonces... tienes que aprender a vivir sin ello, a comprender que eres suficiente a pesar de sus palabras.

—¿Crees que soy suficiente?

—Creo que eres todo lo que te propones y más. Muy pocas personas logran eso.

Cerré los ojos una vez más, dolida por sus palabras pero al mismo tiempo amando cada cosa que me estaba diciendo en ese momento. Ese chico era único, no iba a encontrar uno como él y no podía negarlo. Le acaricié el rostro por unos minutos y con ese gesto logré que él se inclinara un poco para besarme.

No esperaba un beso como aquel y por un momento sentí que el mundo se detenía a nuestro alrededor. Con Nick siempre habíamos tenido besos llenos de pasión y caos, pero ese fue romántico. Fue cargado de sentimientos, cariño y algo que yo podía empezar a llamar amor. Nuestras manos acariciaban la piel del otro mientras el beso continúa y se notaba que lo único que buscábamos era demostrarle nuestros sentimientos al otro, nada más. No había deseo en ese momento, solo un cariño que no había sentido jamás.

No era como el sentimiento que tenía por Thomas, estaba lejos de serlo, pero me gustaba muchísimo y no podía negarlo.

—Me gustas mucho, Nick —susurré bajo, esperando que pudiera escucharlo a pesar de todo. Él me sonrió de lado y me dejó otro beso junto a uno en la frente.

—A mi también me gustas mucho, Ally.

A pesar de mis confesiones, de mis palabras y todo el cariño brindado. Nick se puso de pie y me di cuenta que era una despedida. Nos estábamos diciendo adiós. Lo miré desde la cama, subiendo la cabeza porque siempre había sido muy alto y traté de entender qué decían sus ojos. Para mi mala suerte, no había más que dolor.

—No me iré de Londres, pero creo que puedes entender que no quiero ir a la boda de esos dos. Creo que tú tampoco deberías ir —me indicó, aunque al mismo tiempo cambió sus palabras—. No quiero ser una influencia en tus decisiones, siento que debes pensarlo. Pero si creo que tienes que dejar de ser parte de su show. Hay veces que existen parejas como ellos: tóxicas y dañinas. Debes dejar que exploten solos porque claramente no necesitan ayuda.

—¿Me esperarás? —le pregunté cuando se estaba marchando, con el bolso horrible en mano. Nick dudó antes de salir de la puerta y, para mi desgracia, no dijo nada.

Quiero robarme al novio [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora