8-¿Te animas?

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*Dalia*

-Hazme el favor de no saltar encima de pedri-le pedí a leire y ella rió asintiendo, mientras Pablo iba delante de nosotras.

El pegó al timbre, y cuando pedri abrió abrió los ojos al vernos a nosotras sorprendido.

-Ui, y está sorpresa?-dijo dándome dos besos y yo me encogí de hombros mientras me sonrojaba, si es que habíamos venido sin avisar.

-Ella es leire, mi mejor amiga-dije presentándola mientras mi amiga tenia una sonrisa de oreja a oreja.

-Encantada-Le dijo nerviosa y el miró su camiseta.

-Igualmente, si quieres luego te la firmamos-le dijo y ella asintió mientras le decía un dulce "gracias".

-Los chicos aun no han llegado?-le preguntó pablo y pedri negó mientras íbamos al salón.

Nos ofreció algo de beber y después nos sentamos los cuatro a charlar mientras que llegaban los chicos, me encantaría decir que estaba cómoda, pero no era verdad, habíamos venido sin avisar, y yo no es que tuviese tampoco mucha relación con los chicos.

Al poco tiempo llegaron ferran, fermin, balde y Joao que nos presentó pedri uno por uno a mi y a mi amiga.

-Y de donde sois vosotras?-preguntó Joao.

-De aquí de Barcelona, de un pueblo a unas horas de aqui-le contestó.

-Fans del barça por lo que veo-dijo ferran mirando la camiseta de mi amiga y nos miramos las dos.

-Una más que otra-dijo ella y yo reí.

-No me digas que eres del madrid-dijo fermin mirándome directamente mientras sentía la mirada de todos en mi.

-Yo es que pasó del fútbol la verdad-dije encogiendome de hombros.

-Vaya...por eso..-dijo pedri y miró a gavi, pero lo corté.

-Si, por eso no os reconocí, no tenia ni idea de que erais tan famosos-dije encogiendome de hombros.

-Pero bueno ella ahora es del barça, verdad?-dijo gavi poniéndose a mi lado y pasando su brazo por mis hombros mientras me miraba divertido.

-Ella ahora sigue pasando del futbol, no he visto un partido entero en mi vida-dije quitando su brazo de donde lo había puesto.

-Eso hay que solucionarlo, el miércoles jugamos en casa y vendrás a vernos-dijo pedri y yo negué.

-Trabajo-dije mientras negaba.

-Eso no es ningún problema-me dijo gavi y yo negué-yo se lo diré a mi madre-me dijo y yo le miré seria.

-He dicho que no pablo, no vas a decirle nada a tu madre-le dije y miré a pedri-te lo agradezco y quizá en otra ocasión-le dije y el asintió tranquilo para después dirigir sus ojos a leire.

-Y tu? Quieres venir?-le preguntó y a ella se le iluminó la cara, parecía que iba a empezar a babear en cualquier momento por el canario.

-Me encantaría, de verdad, pero tengo que volver mañana ya tengo comprado el billete y no puedo cambiarlo-le dijo tristona.

Después de eso los chicos insistieron en jugar a la play con nosotras, y no podía ser otro juego que no fuese el fifa, asique leire fue la primera que se animó a jugar con pedri, aunque yo sabía que mi amiga era buena jugando a eso, tenía un hermano de 11 años y estaba acostumbrada a jugar.

Al final por muy buena que fuese mi amiga, perdió contra el canario, que alzó los brazos victorioso mientras la vacilaba un poco, pero sin ninguna maldad por su parte.

-Te animas?- me preguntó y yo negué.

-Es que no he jugado nunca-dije encogiendome de hombros.

-Eso se soluciona rápido-dijo pablo cogiendo mi mano para acercarnos a su amigo.

Me sentó en el sofá, y se sentó detrás mía dejándome entre sus piernas mientras yo me daba cuenta de la situación algo avergonzada, ¿en qué momento había cambiado tanto su actitud conmigo?

Cogió el mando y me lo tendió. Estuvo explicándome un poco como iba el juego y después puso su mano sobre las mías diciéndole a pedri que le diera al play.

Movía sus dedos rápido encima de los míos, pero yo ni siquiera estaba concentrada en lo que pasaba en pantalla, en mi estómago se había formado un cosquilleo extraño, y entre eso y que olía de muerte no podía ni pensar en darle a los botones.

-Goooooool-gritó gavi detrás mía y yo dí un salto del susto, no me lo esperaba, el me puso la mano para chocar y lo hice aunque todo lo había hecho el.

Al final pedri nos remontó, y se rió de mi y de gavi como si hubiese ganado un partido real, porque al parecer pablo odiaba perder, pero por esta vez pareció que le daba igual.

-Hola-dijo un muchacho entrando por la puerta empapado, ya que fuera seguía lloviendo.

-Que pasa hermano-le dijo pedri y sus ojos se posaron en nosotras dos.

-Ella son leire y Dalia-dijo pablo.

-Yo soy Fer, el hermano de este-dijo señalando a pedri que le dio una colleja mientras el reía viniendo hasta nosotras haciéndonos reír, nos dió dos besos a cada una pero se paró para mirarme detenidamente.

-Y esos ojos? Son los más bonitos que he visto en mi vida-me dijo con una sonrisa y yo, automáticamente me sonrojé.

-Gracias-le dije y el sonrió quitándole importancia.

-Supongo que todos se quedan a comer-dijo mirando y yo miré a leire, que se encogió de hombros mirándome.

-Nosotras no-dije yo y todos dirigieron su mirada a mi.

-Porque?-preguntó pedri y yo me encogí de hombros.

-Ya bastante hemos usurpado tu casa-le dije amable.

-No hay problema con eso-me dijo y entonces todos se quedaron esperando una respuesta.

-Preparo para dos más entonces-dijo Fer entrando a la cocina y yo sonreí rodando los ojos, y entonces pedri fue el que se acercó a mi.

-Siéntete cómoda, de verdad, vale?-me dijo dulce y yo le miré asintiendo.

Parecía que me conocía de toda la vida, y al final, pasamos toda la tarde pasándolo genial con los chicos.

A balde le encantaba bailar y vivía por y para hacer bromas, pedri parecía callado, pero era uno de los más bromistas también.

Fer era lo más simpático del mundo, y cocinaba de muerte. Ferran parecía ir de sobrado, pero en cuando cruzabas dos palabras con el te dabas cuenta que solo era apariencia.

Y joao y fermin eran más callados, pero también se veían buenos chicos.

Al final del día todos le dedicaron su camiseta a leire, y se hicieron fotos con ella, aunque pedri insistió que no sería la última vez que se verían y que en su casa éramos bienvenidas siempre que quisiéramos.

Leire acabó confesando que pedri era su jugador favorito y este le dió un abrazo que dejó a mi amiga como un tomate de roja, ganándose la burla de los demás y más tarde pero le bajó una camiseta suya que le regaló.

Aprovechamos que llovía menos ahora para coger el coche, y leire le dió a pablo la dirección de su hotel, cuando la soltamos me despedí de ella mientas intentaba contener mis lágrimas.

-Te prometo que en cuanto pueda vendré otra vez-me dijo en un abrazo y yo asentí.

-Avisame cuando estés en casa mañana por favor-le pedí y ella asintió.

-Te quiero-me dijo.

-Yo tambien-le aseguré antes de separarnos, y entonces esperamos que ella entrase en el hotel y una vez dentro, pablo volvió a arrancar mientras ya una lágrima resbalaba por mi mejilla.

¿Por qué a mi? Era la pregunta que rondaba mi cabeza...

(CONTINUARÁ...)

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIWhere stories live. Discover now