16-¿Qué haces aqui?

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*Gavi*

-Si, está aquí, llegó casi a las tres de la mañana echa un mar de lágrimas...-dijo Leire bajito, supongo que porque estaban en la misma habitación.

Yo solté todo el aire comprimido, al menos ya sabía donde estaba.

-Pásame la dirección leire-le pedí.

-No creo que sea buena idea gavi...-me dijo y yo chasquee la lengua.

-Por favor, esto es mi culpa y quiero arreglarlo leire-le dije desesperado y nose porque pedri mientras me miraba con desaprobación.

-Esta bien, te la mando pedri-le dijo a mi amigo y poco después colgó.

Mientras esperaba ese mensaje me puse la chaqueta y cogí las llaves del coche, y pedri seguía mirándome con la misma cara de desaprobación.

-Porque me miras así?-le pregunté.

-Enserio no te das cuenta la que estas formando por una puta apuesta?-me dijo y yo rodé los ojos.

-No te metas, quieres?-le pedí y el asintió enfadado, mientras me saltaba una notificación, era él reenviandome la ubicación-no me acompañas?-Le pregunté cuando lo vi empezar a subir y se giró en mi dirección.

-No-me dijo serio- lo que tienes que hacer es dejar a esa chica en paz, lo mejor que le ha podido pasar es haberse alejado antes de que la destroces gavi-me dijo para volver a darse la vuelta.

-Imbecil..-susurré enfadado saliendo de esa casa y montandome en mi coche.

Era casi una hora de camino, y en esa hora solo pensaba las palabras correctas para hacerla venir, había pensado que pedri vendría conmigo, y sabía que el canario tendría las palabras correctas para ella.

Pero esta vez me iba a tocar a mi, asique solo pude crearme un monólogo que se me olvidaría en cuanto estuve frente a la puerta de la casa de su amiga.

Toqué al timbre, y leire me abrió saludandome con dos besos.

-Donde está?-le pregunté.

-Arriba, en la habitación-me dijo.

-Está despierta?-le pregunté y ella asintió, pero después cogió mi brazo cuando fui derecho a coger la escaleras.

-Si ella te dice que te vayas prométeme que vas a hacerlo, mi amiga no merece sufrir más-me pidió.

-Te prometo que solo me iré de aquí con ella de la mano, satisfecha?-Le dije nervioso y ella soltó mi brazo dejándome subir.

Creo que se me hizo más largo los diecisiete escalones que tenía esa casa que todo el trayecto en coche, me sudaban las manos y no sabía el motivo, o quizá el motivo estaba detrás de la puerta.

-Quien era?-preguntó dirección a la puerta y abrió los ojos en cuanto me vio-¿Pablo?-dijo sorprendida mientras yo cerraba la puerta tras entrar.

Me acerqué a ella sin pensármelo a la vez que ella se levantaba de la cama, y la abracé, me salió solo, un impulso.

Respiré su aroma como nunca antes, hundiendo mi cabeza en su cuello.

-Como me haces esto...-le susurré en su cuello antes de separarme para coger sus mejillas con mis manos.

Cuando la miré a los ojos vi que estaba a punto de llorar, tenía sus ojos verdes cargados de lágrimas, y sólo me salió volver a abrazarla y apretarla más contra mi.

-No llores, rubia-le pedí y noté como con una mano quitaba las dos lágrimas que le habían caído.

-Que haces aquí?-me preguntó temblando en mis brazos.

-Cómo que qué hago aquí? He venido a por ti-le dije mientras acariciaba sus mejillas.

-Pero aurora...-la corté.

-Con aurora ya esta todo hablado, ella no le va a decir nada a nadie, te lo prometo-le aseguré.

-Pero esto no...-la corté de nuevo.

-no me vayas a decir que esto no está bien-le dije mirándola a los ojos y ella suspiró apartando la mirada-le hacemos daño a alguien?-le pregunté.

-No...-dijo muy bajito.

-Entonces? Cual es el problema?-le pregunté.

Ella no contestó, ni siquiera fue capaz de mirarme, y yo cogí aire para lo que iba a decir.

-Si el problema es....esto-dije señalandonos y suspiré-si tu me lo pides yo no vuelvo a acercarme a ti-dije y ella volvió a mirarme.

-Ese es el problema pablo, que no quiero que hagas eso-me dijo sincera y eso me hizo esbozar una sonrisa tímida que se le contagió a ella.

Me acerqué a sus labios dejando un beso suave en ellos, y sonreí en mitad del beso sin darme cuenta.

-Vamonos a casa-le susurré al separarnos sin abrir mis ojos y con nuestras frentes juntas.

-Vámonos-me dijo y yo abrí los ojos sonriendo.

La ayudé a coger sus dos maletas, que aun menos mal no había deshecho, y mientras ella se despedía de su amiga yo guarde las maletas en el coche.

Me despedí de leire con la mano mientras esperaba con la puerta del copiloto abierto que Dalia llegara.

Cuando nos montamos miré la hora en mi móvil, eran casi las ocho de la mañana, y entonces ella me miró preocupada.

-Que voy a decirle a tu madre?-me preguntó y yo puse mi mano en su muslo.

-Tranquila rubia, aurora iba a inventar algo, luego la llamamos, vale?-le dije y ella asintió suspirando.

En todo el trayecto no despegue mi mano de su muslo, y mucho menos después cuando ella la entrelazo con la suya mientras que con su otra mano dejaba caricias en mi brazo, sin ser consciente que era una de las cosas que más me gustaban en el mundo y que eso me estaba volviendo loco.

-Pablo, como sabías donde estaba?-me preguntó en un semáforo y yo la miré.

-Pedri llamó a leire, y ella se lo dijo-dije y ella asintió.

Miró por la ventana y esbozó una sonrisa que intentó ocultar, y entonces caí en algo.

-Es leire-dije dándome cuenta y ella me miró confusa.

-Que?-preguntó.

-No eres tu la que habla con pedri-dije riendo-es leire y tu lo sabías y no me lo has dicho!-dije volviendo a reír.

-No se de que hablas...-dijo aguantando una risa.

-Ya...-dije acercándome a ella y dejando un beso en su mejilla que le pilló desprevenida-me alegro que hayas querido volver a casa-le dije con una sonrisa y ella asintió sonriendo.

-Espero estar haciendo lo correcto-me dijo con una sonrisa y yo sonreí, porque sabía que lo correcto era tenerla a mi lado...

(CONTINUARÁ...)

Pablo está...¿demasiado confundido?
¿Qué opináis?

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIWhere stories live. Discover now